*****Marzo cerró con 434 muertos más para llegar a 7 mil 791 más un subregistro del 52% que coloca la cifra en 11 mil 842 defunciones Por Luis Levar Y cuando todos pensaban que la pandemia del COVID-19 estaba bajo control en Baja California, marzo recordó que el panorama aún es sombrío que la entidad aún se encuentra lejos de cantar victoria como lo han hecho Jaime Bonilla y Óscar Pérez, el encargado de Salud. Y es que al cierre de marzo la Secretaría de Salud federal dio a conocer que el COVID-19 mató a 434 bajacalifornianos para llevar la cifra publicada a 7 mil 791 defunciones, más un subregistro reconocido por el gobierno federal de alrededor del 52 por ciento, lo que nos dice que la cifra real se ubicó en al menos 11 mil 842 muertes en el Estado. Las cifras del primer trimestre indican que fallecieron dos mil 267 bajacalifornianos, lo que en promedio indica que murió uno cada hora, esto con todo y que la tendencia es la baja, situación que se teme cambie en un par de semanas debido a las grandes concentraciones por la Semana Santa, propiciadas por el mismo gobierno del Estado, en un escenario donde apenas si se ha vacunado a poco más del 3 por ciento del total de la población y a que los bajacalifornianos le han perdido respeto al virus en la medida que Jaime Bonilla y asociados, lo han tratado de minimizar de cara a las elecciones de junio, al grado de que están incluso tratando de regresar a los jóvenes a las escuelas sin importarles los riesgos que ello representa.