Tijuana, Baja California, diciembre 15.- El uso de plaguicidas en casas requiere un cuidado estricto, leer las etiquetas, no dejarlos al alcance de niños, no aplicarlos en sitios cerrados y no reutilizar sus envases, que son residuos peligrosos, recalcó José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México (CIGAMX). Zavala Álvarez dijo que los herbicidas, insecticidas, pesticidas o agroquímicos usados en la agricultura son productos que suelen también estar en casa, debajo del lavamanos o en un almacén, pero han causado problemas de salud a niños y mascotas: "Con los plaguicidas se debe mantener la guardia en alto y utilizarlos siguiendo las recomendaciones técnicas, atendiendo a las etiquetas y sus pictogramas, para tener precauciones en su manejo y en la exposición a ellos, porque no debe aplicarse en lugares cerrados, evitando que corran riesgos niños y personas vulnerables". Hay que considerar, agregó, que estos productos son venenos dirigidos a insectos o plagas, pero son tóxicos y hay que tener cuidado en su aplicación, además de que sus envases no deben reciclarse para otro fin ni vaciar estos líquidos en envases de bebidas, porque ya habido confusiones y muchos accidentes. "Están normalizados en la vida diaria, el hogar y la jardinería, no sólo en agricultura, pero hay que tener presente que hay advertencias históricas, un ejemplo es el DDT, usado para combatir mosquitos que transmiten enfermedades y que no ha sido erradicado, pese a que desde hace 50 años sabemos que es un peligro a la salud. En la agricultura, finalizó, usamos estos agroquímicos de diferentes maneras, para combatir plagas o combatir hierbas que no queremos que crezcan y así, suponemos, producir mejor, pero resulta una paradoja el utilizar estos productos venenosos para producir alimentos y es algo que deja impactos ambientales y en la salud pública. Arturo Gavilán García, director general de Gestión Integral de Materiales y Actividades Riesgosas en la Semarnat, fue el expositor del Seminario Permanente para el Desarrollo Sustentable el pasado 10 de diciembre, donde compartió su experiencia en torno al tema "Gestión ambiental de plaguicidas en México". Allí, explicó que el tema de los plaguicidas está muy relacionado con el de residuos peligrosos, porque normalmente cuando un productor del campo compra estos productos, los aplica en las parcelas y muchas veces mantiene un remanente, pero también el envase es, por ley, considerado residuo peligroso y requiere un manejo. Detalló que en el año 2024, México tenía un padrón de 156 mil 894 empresas registradas ante Semarnat como generadoras de residuos peligrosos, de las cuales 61%, equivalente a 95 mil 163 empresas, se identificaron como microgeneradores, 33% como pequeños generadores y 6% como grandes generadores, sin embargo, en masa, los grandes generan el 96% de los residuos peligrosos. Respecto a la ubicación de estas empresas, afirmó que la mayor concentración se da en la Zona Metropolitana del Valle de México, con 25 mil 366 empresas, seguida por Baja California, con 10 mil 473 empresas y después aparecen en la lista Jalisco, con 10 mil 431 y Veracruz, con 7 mil 348, Chihuahua y el Estado de México. En cuanto a los sectores que más generan residuos peligrosos, informó que el que más genera es el de servicios médicos, bancos, talleres asistenciales y recreativos, con más de 2.1 millones de toneladas, seguido por el automotriz, con más de 429 mil toneladas y el químico, con más de 321 mil toneladas, sector donde se encuentran los grandes fabricantes de sustancias químicas y plaguicidas. En lo relativo a los tipos de residuos peligrosos, recordó que el registro de generador de residuos peligrosos de la Semarnat contempla 10 tipos de corrientes de residuos peligrosos: aceites, solventes, corrosivos, lodos, líquidos de proceso, sólidos contaminados, escorias, breas, biológico-infecciosos y otros. Finalmente, destacó los avances que registra la Estrategia Nacional para el Manejo de Envases Vacíos de Plaguicida, liderada por la Subsecretaría de Regulación Ambiental de la Semarnat y operada por la Dirección General para la Gestión Integral de Materiales y Actividades Riesgosas, en colaboración con dependencias de agricultura y salud, así como productores y distribuidores de plaguicidas. En el Seminario, Jessica Castañeda Castillo, asesora del CIGAMX, opinó que, por décadas, en México los plaguicidas han sido una herramienta central para la producción agrícola, pero su uso indiscriminado ha contaminado suelo, agua y ecosistemas completos, con riesgos a la salud humana y pérdida de biodiversidad. Añadió que estudios en regiones agrarias prueban que los plaguicidas altamente tóxicos contaminan mantos acuíferos y, al ser residuos peligrosos, la exposición del doctor Arturo Gavilán es vital para conocer el ciclo de estas sustancias: producción, importación, almacenamiento, transporte, uso, venta y disposición final. Por su parte, Luis Gerardo Domínguez, subdirector del CIGAMX, recordó que es importante considerar los efectos de la mala gestión de plaguicidas, por ello su regulación, control y monitoreo debe ser riguroso, más aún en estados como Baja California, donde hay una agricultura intensiva, zonas áridas y ecosistemas frágiles. Precisó que los efectos de una mala gestión de plaguicidas en una región repercute en todo el país, porque se comparten cuerpos de agua, alimentos y cadenas productivas y destacó la reciente publicación de un decreto mediante el cual la actual administración federal prohíbe el uso, producción y formulación de hasta 35 tipos de plaguicidas, que son causantes de daños en la salud y el medio ambiente. El Seminario Permanente de Desarrollo Sustentable tendrá sesión el 17 de diciembre con el tema "Primer informe del acuerdo nacional de municipios por la economía circular y la confiabilidad, alcances y perspectivas", a cargo de Carlos Humberto Gadsden Carrasco, presidente de la Fundación Internacional para el Desarrollo de Gobiernos Locales.