La crisis ha convertido lo económico en objeto de debate, lectura y divulgación. Con frecuencia en nuestros periódicos aparecen referencias a «medidas keynesianas», «propuestas neoliberales», «economistas austriacos», etc. Más de uno anda un tanto perdido con tantas referencias nuevas. Así que vamos a dedicar un post a explicar el debate Keynes vs. Hayek, quizás los representantes más destacados de dos formas de entender el mundo, y por tanto la economía. Keynes y el Estado La biografía de Keynes resulta apasionante, casi tanto como la pervivencia de sus ideas y cómo estas han calado, de uno u otro modo en países y modelos sociopolíticos muy distintos. ¿Por qué?, ¿Cómo se explica? La teoría de Keynes han servido de justificación económica a la intervención del Estado en dicho ámbito. Dicha intervención estatal era buena y necesaria para corregir los desequilibrios del mercado, del sistema capitalista, y salir de las crisis. Como es lógico, bajo esta premisa, alternativas tan distintas como las del Estado del Bienestar o los regímenes totalitarios, veían en el keynesianismo su referente de gestión económica. ¿Y cómo había de intervenir el Estado? A través de dos vías, la de la política monetaria y la fiscal. O dicho de un modo más sencillo, o bien a través de la regulación del dinero y del tipo de interés (opción monetaria), o bien a través de los impuestos y del gasto público (opción fiscal). Es esta segunda vía quizás la que resulta más novedosa en los momentos en que fue planteada, ya que rompía con el pensamiento económico admitido hasta la fecha y daba una nueva función al Estado. Por ejemplo, supongamos que nos encontramos en crisis, con una fuerte recesión. Simplificando, Keynes apostaba por el gasto público, por un ambicioso programa de inversiones que estimulase la economía, que dinamizase el mercado, que moviese los recursos. Y para financiar ese gasto el déficit, y finalmente que el Estado se endeudase, era algo correcto. El impulso estatal movilizaría la economía varada, ayudada por un incremento del dinero en circulación emitido por el propio Estado. Hayek y el mercado Hayek es uno de los economistas de la Escuela Austriaca, y coetáneo de Keynes, con otra vida de película. Sus planteamientos son radicalmente opuestos a los de Keynes, y tuvo que esperar al fracaso de las políticas keynesianas allá por los años 70 para convertirse en una voz a tener en cuenta, premio Nobel mediante. Sin embargo, y a pesar de ser englobado dentro del neoliberalismo, su visión también se aparta mucho del que podíamos considerar inspirador, y cara visible de este movimiento Milton Friedman. De hecho, en la práctica, la influencia de Friedman en las políticas liberales de los años 80 es mucho mayor que la de hayek y los «austriacos». ¿Por qué? Pues básicamente debido a que para los austriacos todo gira alrededor de los mercados libres y de los precios que éstos nos suministran. En los precios de los productos y servicios está toda la información. Los empresarios, con esa información, consiguen un crecimiento equilibrado. Las crisis acontecen cuando la intervención estatal distorsiona dichos precios, dicha información, lo que acaba generando inflación y recesión (burbujas y desempleo). Por ejemplo, un tipo de interés fijado a través del Estado, de los Bancos centrales excesivamente bajo, desencadena booms inversores que acaban en fuertes crisis económicas. Hayek apuesta por restringir el papel del Estado al mínimo, por acabar con los Bancos Centrales, dirigidos por el Estado y volver a monedas respaldadas por activos reales, etc. Conclusión: el Estado no soluciona las crisis, su intervención las causa.