La primera gran crisis financiera de la historia, la de los Tulipanes

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Por Andrés Sevilla Arias La crisis de los tulipanes fue la primera gran burbuja económica de la historia moderna. Ocurrió en los años 30 del siglo XVII en un periodo de gran prosperidad en los Países Bajos. El objeto de la burbuja fueron los bulbos de tulipán, que multiplicaron su valor por 100 en tan solo cuatro años, para después caer estrepitosamente creando una grave crisis económica. A principios del siglo XVII las flores se convirtieron en símbolo de ostentación de riqueza en el centro de Europa. Y entre estas flores, el tulipán era el mayor exponente de riqueza, gracias a las variaciones inexplicables que surgían en algunos de sus bulbos, resultando bulbos multicolores e irrepetibles.

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Este exotismo desembocó en una locura compradora de tulipanes que duró varios años, llegando a provocar la primera gran crisis financiera de la historia reciente. Surgimiento de la crisis de los tulipanes El exotismo de los bulbos de tulipán provocó una euforia productora y compradora, provocando que los precios de los tulipanes aumentasen exponencialmente. Todo el mundo quería invertir en tulipanes, era un mercado siempre al alza, nadie podía perder. La gente incluso llegó a dejar sus trabajos para dedicarse al cultivo de tulipanes. Este hecho es común con otras burbujas económicas, donde se dejan los trabajos principales para dedicarse a la actividad que rodea el activo «burbujeado». En 1623 un solo bulbo de tulipán se podía vender fácilmente por 1000 florines, mientras que el sueldo medio anual de un holandés era de 150 florines. Es decir, un holandés medio debía trabajar durante casi 10 años para adquirir un bulbo de tulipán exótico. Una tonelada de mantequilla valía 100 florines. Un caso anecdótico fue el elevado y estrambótico precio pagado en 1635 por un bulbo de tulipán Semper Augustus (en la foto de abajo). En ese año ese sólo bulbo se llegó a intercambiar por una lujosa mansión en el centro de Amsterdam. Otro de los bulbos Semper Augustus se vendió por 6000 florines. En aquella época se publicaron cientos de catálogos de tulipanes. Tal era la euforia, que se dejaron de cultivar muchos otros productos para sembrar tulipanes. Todo el mundo quería participar en este lucrativo negocio. Todas las clases sociales querían invertir en el negocio de los tulipanes, desde mercaderes, hasta artesanos y albañiles. La locura se había desatado. Entonces el mercado de los tulipanes entró en la bolsa de valores. Todavía nadie se percataba que los desorbitados precios no tenían sentido y que podía producirse una crisis de los tulipanes. Cuenta Charles Mackay en su libro, que un marinero confundió un bulbo de Semper Augustus que había encontrado en su barco con una cebolla y lo cocinó junto a un pescado que le había regalado su mercader por traer la mercancía sana y salva. Este mercader había comprado el bulbo por 3000 florines. Al marinero le salió cara la «cebolla». A causa de ello sufrió una condena en prisión de 6 meses. Nacimiento de los futuros financieros Pronto, el negocio de los tulipanes dejó de ser un producto de temporada como el resto de los cultivos y pasó a negociarse durante todo el año. La floración de un tulipán desde su cultivo dura 7 años, lo que conllevaba muchos riesgos y no cuadraba con la euforia compradora de tulipanes que había en Holanda. ¿Cómo se podía negociar un producto de temporada durante todo el año? La solución fue comenzar a vender los bulbos de tulipán antes de que se hubieran recolectado. Negociándose el precio y la cantidad de compra antes de que los bulbos florecieran. Aunque suene muy descabellado, aquello fue uno de los primeros pasos para la aparición de uno de los mercados más importantes en la actualidad, el mercado de los futuros financieros.

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Pinchazo de la burbuja de los tulipanes En 1637 la burbuja estalló, el precio de los tulipanes empezó a caer en picado. Todo el mundo se quería deshacer de los bulbos de tulipán, provocando numerosas bancarrotas y el pánico en todo el país. La gran cantidad de contratos que no podían hacerse frente y la falta de garantías de este extraño mercado financiero llevaron a la economía holandesa a la quiebra. Imagen principal: Un cuadro de la época satirizando la burbuja. Monos jugueteando con tulipanes Imagen 2: Una alegoría de la tulipomanía, de Jan Brueghel el Joven