Londres, Inglaterra, junio 13.- El masivo ataque de Israel a Irán en la madrugada del viernes que se produjo tras décadas de hostilidades mutuas y de una prolongada guerra en la sombra de ataques encubiertos y sabotajes ha puesto al mundo en un peligroso desequilibrios mundial. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, identificó durante mucho tiempo a Irán como su mayor amenaza, citando el programa nuclear del país, su retórica hostil y su apoyo a grupos insurgentes antiisraelíes en toda la región. Irán defendió la causa palestina y presentó a Israel como una maliciosa intrusión occidental en Medio Oriente. La "Operación León Ascendente" de Israel, como denomina a su ataque contra Irán, no tiene precedentes. Es mucho más extensa y ambiciosa que cualquier otra operación anterior, incluyendo los dos intercambios de misiles y drones que mantuvo con Irán el año pasado. Para Irán, este es el mayor ataque a su territorio desde la guerra entre Irán e Irak de 1980-1988. En las horas más oscuras antes del amanecer, la Fuerza Aérea israelí no sólo atacó los sitios vinculados al programa nuclear de Irán, sino también las defensas aéreas y las bases de misiles balísticos del país, reduciendo así la capacidad de Irán para tomar represalias. Sobre el terreno y en la sombra, la red de agentes que trabajan para el Mossad, la agencia de inteligencia israelí en el extranjero, habría ayudado a determinar la ubicación exacta de figuras clave tanto en el comando militar como en los científicos nucleares. Entre los fallecidos anoche se encuentran el jefe del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) de Irán, los guardianes de la Revolución Islámica que derrocó al régimen del Sha en 1979, así como el jefe de las fuerzas armadas principales y el jefe de la fuerza aérea del CGRI. Irán afirma que al menos seis de sus científicos han muerto. Una vez más, se demuestra que la agencia de espionaje de Israel ha logrado penetrar con éxito en el corazón mismo del sistema de seguridad de Irán, demostrando que allí nadie está a salvo. La televisión estatal iraní informó que 78 personas murieron y que entre los muertos había civiles, incluidos niños. (Esta cifra no es oficial y no ha sido verificada de forma independiente). Según informes, el Mosad pudo lanzar drones desde Irán como parte de este ataque. Los principales objetivos de toda esta operación han sido la planta de enriquecimiento nuclear de Natanz y las bases del CGRI. Para los estrategas militares israelíes, esto era algo que se esperaba desde hacía tiempo. Irán se tambalea y esta podría ser solo la primera oleada. Habrá muchos más objetivos potenciales en la lista negra de Israel, aunque algunos podrían estar fuera de su alcance, enterrados a gran profundidad en bases reforzadas bajo roca sólida. Israel y varios países occidentales sospechan que Irán ha estado trabajando en secreto para lograr lo que se denomina "capacidad de ruptura", es decir, el punto de no retorno en el desarrollo de un arma nuclear viable. Irán lo niega y siempre ha insistido en que su programa nuclear civil –que ha recibido ayuda de Rusia– tiene fines enteramente pacíficos. Durante más de una década, Israel ha intentado, con distintos grados de éxito, frenar y retrasar el progreso nuclear de Irán. Científicos iraníes han sido asesinados misteriosamente por desconocidos; el jefe militar del programa nuclear, el general de brigada Fakhrizadeh, fue asesinado por una ametralladora a control remoto en una carretera solitaria cerca de Teherán en 2020. Antes de eso, los detectives cibernéticos estadounidenses e israelíes lograron insertar un virus informático devastador, cuyo nombre en código era Stuxnet, en las centrifugadoras de Irán, lo que hizo que giraran fuera de control. ¿Por qué ha decidido Israel atacar ahora? Netanyahu afirmó que el tiempo para "atacar a su rival se estaba agotando", alegando que Irán había tomado medidas recientemente para convertir en armas el uranio enriquecido. “Si no se detiene, Irán podría producir un arma nuclear en muy poco tiempo”, aseveró. Estados Unidos e Israel llevaban mucho tiempo prometiendo "tomar medidas militares" si fuese necesario para evitar que Teherán desarrollase un arma nuclear, pero Donald Trump ha tratado de buscar una "solución diplomática" después de retirar a Washington de un histórico acuerdo nuclear con las potencias internacionales durante su primer mandato. Estaba previsto que la sexta ronda de conversaciones entre Estados Unidos e Irán se celebrase el domingo en Omán, pero tras los ataques no está claro si procederá. Israel ha sido durante mucho tiempo "escéptico" ante los esfuerzos, temiendo que mientras esto ocurría, Irán pudiera desarrollar un arma, y declaró que solo aceptaría un acuerdo en el que Teherán "renunciase a todo su programa nuclear", algo que el país rechazó de forma contundente. El jueves, por primera vez en 20 años, la junta de gobernadores del OIEA censuró a Irán por "no colaborar" con sus inspectores. La República Islámica anunció de inmediato que establecería un tercer sitio de "enriquecimiento" y que "cambiaría" algunas centrifugadoras anticuadas por otras más avanzadas. Trump apuntó que le había pedido a Netanyahu que no atacase a Irán mientras las negociaciones seguían en curso, pero el presidente estadounidense brindó su apoyo sin precedentes a Israel a lo largo de los años. Además, el republicano aseguró que él estaba "al tanto" del bombardeo de Israel a Irán por la noche, luego de que el plazo por "60 días para llegar a un acuerdo sobre el programa nuclear" no tuviera resultados.