Nueva York, Estados Unidos, octubre 23.- La Organización Mundial de la Salud estima que entre 80,000 y 180,000 trabajadores sanitarios y asistenciales podrían haber muerto a causa del COVID-19 entre enero de 2020 y mayo de 2021, aunque contempla un escenario medio de 115,500 fallecidos. La publicación de las cifras coincide con otra esta semana de una declaración conjunta de la Organización y sus asociados donde se pide a todos los gobiernos de los Estados miembros y a las partes interesadas que refuercen el seguimiento y la notificación de las infecciones, la falta de salud y las muertes por COVID-19 entre los trabajadores sanitarios y asistenciales. Los datos de los que dispone la agencia sanitaria de la ONU de 119 países indican que, en septiembre de 2021, una media de dos de cada cinco trabajadores sanitarios y asistenciales estaba totalmente vacunados. Sin embargo, esta cifra queda matizada por el hecho de que hay una diferencia considerable entre regiones y grupos económicos. Mientras que, en 22 países, la mayoría de ellos de altos ingresos, el número de trabajadores sanitarios totalmente vacunados supera el 80%, en las regiones de África y el Pacífico Occidental es inferior al 10%. "Tenemos la obligación moral de proteger a todos los trabajadores sanitarios y asistenciales, garantizar sus derechos y proporcionarles un trabajo decente en un entorno de práctica seguro y propicio. Esto debe incluir el acceso a las vacunas", dijo Jim Campbell, director del Departamento de Personal Sanitario de la OMS. Del mismo modo, la declaración insta a los líderes políticos y a los responsables de la elaboración de políticas a hacer todo lo que esté en su mano para adoptar medidas regulatorias, políticas y de inversión que garanticen la protección. Por su parte, el director general de la Organización, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, criticó que tras diez meses de la aprobación de las primeras vacunas, todavía hay millones de trabajadores sanitarios no vacunados y responsabilizó de esta situación a los países y a las empresas que controlan el suministro mundial de vacunas. “Dentro de 10 días se reunirán en Roma 20 personas con capacidad para cambiar esta situación: los líderes de los países del G-20. De aquí a entonces, se producirán unos 500 millones de dosis de vacunas. Esa es la cantidad de dosis adicionales que necesitamos para alcanzar nuestro objetivo de vacunar al 40% de la población de cada país para finales de año”, razonó. Tedros explicó que actualmente hay 82 países que corren el riesgo de no alcanzar ese objetivo y que el único problema en el 75% de ellas es que no han recibido el suministro suficiente de vacunas. “La barrera no es la producción. Las barreras son la política y los beneficios. Los países del G20 se han comprometido a donar más de 1200 millones de dosis a COVAX. Hasta ahora, sólo se han entregado 150 millones”, reveló. Además, indicó que no hay un calendario para la mayoría de las donaciones. “No sabemos qué va a llegar y cuándo. Los fabricantes no nos han dicho cuánto recibirá COVAX, ni cuándo lo recibiremos. No podemos tener equidad sin transparencia", denunció. La pandemia dispara la falta de enfermeras A continuación, la doctora Annette Kennedy, presidenta del Consejo Internacional de enfermeras advirtió sobre la llegada de una nueva crisis: la falta de personal sanitario. Kennedy explicó que las enfermeras están agotadas y que durante un año y medio o dos años “lo han dado todo” y cumplieron con su deber sin contar con los equipos de protección necesarios y con falta de apoyo. “Están física y mentalmente agotadas y se prevé que el 10% de ellas lo dejará en muy poco tiempo. A esto hay que añadir los seis millones de enfermeras que nos faltan. Nuestras estimaciones muestran que en los próximos 10 años o menos perderemos 4,7 millones de enfermeras que se jubilarán antes de 2020, principalmente de Norteamérica y de los países europeos”, contabilizó. Kenedy totalizó el número en 13 millones de enfermeras, el equivalente al 50% de la plantilla actual. “Ningún sistema sanitario puede sobrevivir sin ese número de enfermeras. Ningún sistema sanitario puede siquiera funcionar sin el 50% de su plantilla”, destacó.