Nueva York, Estados Unidos, abril 4.- El fabricante japonés de vehículos Nissan decidió dar marcha atrás a su plan de recortar la producción en una de sus plantas en Estados Unidos y suspenderá los nuevos pedidos estadounidenses de dos todoterrenos fabricados en México tras la entrada en vigor de los nuevos aranceles estadounidenses al motor. En el marco de su estrategia de reestructuración para solventar su delicada situación financiera, Nissan anunció a principios de año sus planes de reducir a finales de abril de dos a uno los turnos en su planta estadounidense de Smyrna, en el estado de Tennessee, donde produce su camioneta todoterreno Rogue, una decisión que ha optado por revertir ante la entrada en vigor ayer de los nuevos gravámenes. "Actualmente, más de la mitad de nuestro volumen de ventas en Estados Unidos proviene de nuestras plantas en Tennessee y Mississippi. Mantendremos dos turnos de producción del Nissan Rogue en nuestra planta de Smyrna manteniendo un volumen más localizado en Estados Unidos, libre de los nuevos aranceles automotrices", indicó este viernes a EFE una portavoz de la firma nipona.