Apenas van regresando y el SAT ya se prepara para exprimir a los deportados

foto-resumen

En un anuncio que rayó en lo absurdo y la insensibilidad, el Sistema de Administración Tributaria se aventó la puntada de difundir que va a ayudar a los deportados a que regularicen su situación fiscal. En un comunicado totalmente fuera del contexto de mexicanos que lo último que desean es quedarse en México y para quienes su vida ha transcurrido por años en Estados Unidos, el SAT aparece con su línea persecutora, insensible a la cruda realidad que viven los deportados. “Se va a apoyar a todo aquel mexicano que decida regresar, que tenga todos sus documentos bien y personas que quizá se fueron y no lograron regularizar sus papeles, también ya se están poniendo en marcha diferentes acciones”, la administradora desconcentrada de Servicios al Contribuyente 1 Norte, María José Ríos en rueda de prensa. Sin tener idea del perfil de las personas deportadas, la burócrata dijo que: “el programa de regularización fiscal permitirá que aproximadamente 200,000 pequeños contribuyentes puedan acceder a estímulos fiscales. Según el SAT, este beneficio aplica para personas físicas y morales que tuvieron ingresos de hasta 35 millones de pesos, cubriendo contribuciones propias, retenidas, trasladadas, de comercio exterior y cuotas compensatorias correspondientes a los ejercicios fiscales de 2023 o anteriores”. Lejos de la realidad, la empleada federal soslaya que toda esa gente que se fue lo hizo porque no encontró oportunidades de empleo o de al menos ganarse la vida mínimamente. Muchos de ellos provienen de las localidades más pobres del país y tienen un bajo nivel de estudios, vaya, muchos de ellos no hablan ni español. Según su programa de apoyo, se les dará “siempre y cuando los contribuyentes no hayan recibido alguna condonación en los programas generalizados de 2000, 2007 y 2013, no tengan sentencia condenatoria firme por algún delito fiscal y no se encuentren publicados en los listados definitivos relativos a los artículos 69-B o 69-B Bis, del Código Fiscal de la Federación”, vaya pues, se está hablando de más de veinte años en algunos casos. No hay que ser un genio para imaginar lo que una persona construye con su vida y en otro país, en veinticinco años.