Londres, Inglaterra, agosto 6.- La industria automotriz está comprometida a cumplir con el triple resultado final de Gran Bretaña, apoyando a las personas (con 864 000 empleos calificados en todo el país), la prosperidad (que representa una facturación de 79 000 millones de libras esterlinas, un valor agregado de 15 300 millones de libras esterlinas y el 10 % de los bienes exportados por el Reino Unido) y el planeta. (con un historial comprobado de reducción de emisiones de CO2 en los últimos 20 años). En un reporte la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Motores Limited indica que el gobierno se ha fijado el objetivo claro de poner fin a la venta de coches y furgonetas de gasolina pura y diésel en 2030, lo que significa que la industria del automóvil debe realizar un compromiso más significativo y avanzado que cualquier otro mercado importante de coches o furgonetas. Lograr ese objetivo requiere el compromiso de cuatro partes: la industria misma, el gobierno, las partes interesadas más amplias y, por supuesto, el consumidor. Más de 140 modelos de vehículos eléctricos de batería, híbridos enchufables, de celda de combustible e híbridos están ahora en el mercado, lo que significa que uno de cada tres modelos disponibles para comprar tiene capacidad de cero emisiones. La aceptación de los vehículos eléctricos se ha acelerado, representando uno de cada 10 registros en 2020. Sin embargo, la gran mayoría de los automóviles de cero emisiones registrados en 2020 fueron para compradores comerciales, no para el consumidor privado. Solo el 4,6% de los vehículos de consumo nuevos el año pasado funcionaban con baterías. Una encuesta realizada por Savanta ComRes sugiere que poco menos de la mitad (47,9 %) de los conductores no esperan estar listos para conducir un vehículo completamente eléctrico para 2030, y más de una cuarta parte está tan desalentado por preocupaciones como el costo y la falta de infraestructura. creen que nunca comprarán un vehículo eléctrico. Este desafío se puede resolver. La industria está comprometida con la entrega de los vehículos, y los fabricantes en general se comprometen a aumentar la gran cantidad de modelos eléctricos disponibles, y muchos ya están totalmente comprometidos con ser exclusivamente de cero emisiones para fines de la década. La industria está decidida a trabajar con el gobierno y todas las partes interesadas para lograr una revolución eléctrica que sea accesible y asequible para todos: para acelerar la demanda; expandir y mejorar la infraestructura de carga de clase mundial; y crear las condiciones que harán del Reino Unido uno de los lugares más atractivos del mundo para invertir en la producción de vehículos eléctricos.