Los recientes acontecimientos y el 4to informe de gobierno que nos ha recetado AMLO, parecieran un anuncio de que no pretende dejar al país por no estar, México, preparado ni listo para continuar sin él al no reconocerle los logros que nos ha enumerado en más de una ocasión y que “resumió” en el pasado informe de gobierno junto con las medidas de militarización de diversas tareas, como la guardia nacional y el desalojo de los ex empleados de mexicana de aviación del aeropuerto de la ciudad de México; la cuestionable reforma educativa junto con su aplicación a días del inicio de clases, el controversial y hasta contradictorio de su discurso, al nombrar a Pablo Daniel Taddei, un estudiante de posgrado de Harvard, en la empresa que explotará el litio en México. Lo anterior son actos que representan un panorama de contradicciones a la vez de un desprecio por la opinión y razonamiento de la población. Desafortunadamente las prácticas de regalar dinero a la gente por medio de becas y pensiones junto con las promesas de acceso al IMSS de forma gratuita, educación para todos sin costo y control de la inflación, han creado un grave espejismo que a gran parte de la población convence y aprueban sus actos; más por ignorancia y conveniencia que por el real bienestar del país. Los expresidentes Benito Juárez y Porfirio Díaz en su momento se negaron a entregar el poder por no ser conveniente al país, porque se veían como los ejes de México sin el cual este país se derrumbaría. ¿Esta AMLO preparando el escenario nacional, político y militar para quedarse al frente del país como un dictador más de la larga lista de presidentes populistas anti-capitalistas que en latino américa han aparecido en los últimos 60 años? ¿Están preparadas las diferentes instituciones políticas y/u organismos públicos como privados para enfrentar un escenario tan extremo? Y la sociedad mexicana, la población, que se ha mostrado indiferente como apática en los acontecimientos que hoy enfrenta nuestro país como el mundo ¿Qué?