5 preguntas geopolíticas clave para 2025

foto-resumen

Por Samir Saran Presidente de Observer Research Foundation (ORF). Si 2024 fue el año de las elecciones, 2025 será el de las preguntas. Al comenzar el año, los gobiernos de todo el mundo estarán iniciando nuevos mandatos y se verán obligados a responder rápidamente a crecientes desafíos económicos, sociales, de seguridad, ambientales y tecnológicos. En un contexto, geopolítico turbulento, marcado por la desintegración del orden internacional de posguerra, las preguntas más urgentes que los líderes deberán responder en el próximo año son: 1 ¿CÓMO PROMOVER LA SEGURIDAD DENTRO DE UN ORDEN GLOBAL FRAGMENTADO? La cooperación global se encuentra en su punto más bajo y el conflicto está en aumento. Los líderes e instituciones tradicionales como la OMC y la ONU han demostrado recientemente ser ineficaces para lograr un consenso global amplio o servir como plataforma para resolver disputas. Los países y bloques emergentes del Sur Global aún no han aclarado si actuarán como un control saludable a un orden de seguridad global en decadencia liderado por Occidente, o si jugarán un papel disruptivo. Equilibrar esta dinámica también será tarea de Beijing, dado que se encuentra en el centro de múltiples nuevas geometrías como la propuesta Iniciativa Global de Seguridad, la Organización de Cooperación de Shanghái, el Foro de Cooperación China-África (FOCAC) y un posible eje Rusia-Irán-China. Los dos conflictos más divisivos en 2024 (la guerra en curso de Rusia en Ucrania y el conflicto entre Israel y Hamás en Gaza) surgieron de fricciones de larga data. El hecho de que estos conflictos se hayan intensificado repentinamente indica que el orden de seguridad global está demasiado fragmentado para mantener o negociar la paz. En este contexto, cuando la adhesión a los valores universales sea imposible y el orden existente se esté desintegrando, los líderes se verán obligados a reconocer las limitaciones de su influencia y las restricciones de sus alianzas. 2 ¿CÓMO ENTENDER LA SOBERANÍA EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO? En las últimas décadas, se consideraba vital que los países cedieran soberanía y la capacidad de tomar decisiones independientes sobre ciertas políticas a las instituciones de gobernanza global, con el fin de construir un orden global «cohesivo». Los opositores antiliberales a este orden han enfatizado durante mucho tiempo la importancia, tal como la ven, de mantener la soberanía como piedra angular de las relaciones internacionales. Ahora, incluso, los defensores de un orden global a menudo comprenden que no se pueden diseñar o hacer cumplir reglas en un mundo donde no se respeta la soberanía estatal. Porque sin estados fuertes que puedan hablar en nombre de sus poblaciones y defender sus derechos, ¿cómo puede florecer un orden basado en reglas? 3 ¿CÓMO RESTAURAR (Y REDISEÑAR) EL COMERCIO Y LA GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA? La era dorada del comercio parece haber llegado a su fin. En 2023, el comercio de bienes se redujo en aproximadamente un dos por ciento, más que en cualquier otro momento de este siglo, excepto recesiones globales. El aumento de los conflictos y la comprensión de que los valores globales son esquivos se han manifestado en forma de desafíos a las políticas comerciales, industriales y financieras. Ahora es más difícil proteger las cadenas de suministro y existen nuevas presiones sobre la integridad de los sistemas de pagos. Los nuevos puntos de congestión –desde el Mar Rojo hasta el Mar Báltico– dan una idea del caos que seguiría, por ejemplo, al estallido de un conflicto en el Estrecho de Taiwán. Mientras tanto, las políticas industriales proteccionistas están de vuelta debido a las circunstancias políticas internas y a la perversión de las cadenas de valor globales, lo que exige un replanteamiento del sistema de comercio global. Después de décadas de advertir a los países en desarrollo que la intervención gubernamental era peligrosa, los economistas occidentales han girado sin miedo para prescribirla para sus propias sociedades. Por lo tanto, en 2025 los líderes deberán preguntarse: ¿Podemos aprender a negociar nuevos acuerdos entre nuevos socios mientras aseguramos los beneficios duraderos del comercio? ¿Cómo generaremos nuevas ganancias a partir del comercio? ¿Podemos esforzarnos más para compartir sus beneficios de manera más equitativa? 4 ¿PODEMOS MANTENER LA INNOVACIÓN DESCENTRALIZADA? Si es necesario utilizar la IA para construir más IA, entonces hay buenas razones para suponer que la naturaleza descentralizada de la innovación tecnológica, que fue esencial para el crecimiento del empleo y las aspiraciones, puede estar llegando a su fin. Esa tendencia limitaría significativamente la capacidad de las economías emergentes para generar riqueza adicional. Por lo tanto, debe priorizarse la transferencia de tecnología entre los estados que controlan los medios de producción de tecnologías emergentes y aquellos que no lo hacen para garantizar que las ganancias económicas y sociales de la tecnología se distribuyan equitativamente en todo el mundo. La centralización de la innovación, el emprendimiento y la creación de valor —con los avances en IA limitados a grandes empresas ricas en capital y recursos— tendrá implicaciones para la equidad en los datos y la creación de conocimiento diverso. Por lo anterior, los líderes se deben plantear cómo se pueden diseñar organismos reguladores globales que sigan el ritmo de la velocidad del cambio y distribuir los beneficios de la tecnología de manera equitativa. 5 ¿SE PUEDE DAR UN NUEVO IMPULSO A LA ACCIÓN CLIMÁTICA? Las sociedades se enfrentan a un estrés térmico sin precedentes. Las consecuencias están teniendo efectos inequitativos y, a menudo, afectan más a aquellas comunidades que menos contribuyen al calentamiento global. Esta discrepancia ha puesto de relieve los fracasos de los numerosos marcos globales que fueron diseñados para movilizar fondos para frenar las emisiones y ayudar a la adaptación. Se han propuesto muchas ideas pero se necesita trabajar menos en ideas y más en implementación y rendición de cuentas. Por lo tanto, los líderes deben preguntarse ¿cómo se puede desplegar suficiente capital de manera eficiente hacia los sectores y regiones donde puede tener el mayor impacto? DE CARA AL FUTURO En 2025, los líderes de todo el mundo deberán buscar respuestas a estas cinco preguntas; no tienen que ser idénticas, pero es probable que, si están en fuerte disonancia entre sí, los problemas que el mundo busca resolver se magnifiquen. En medio de la irracionalidad, la inconsistencia y una abundancia de voces, encontrar un consenso frágil es más importante que nunca. Por lo tanto, los líderes no sólo tendrán que abordar desafíos específicos, también deberán hacerlo mientras encuentran acuerdos para construir un marco global que promueva la paz y la prosperidad en lugar de la agresión y la incertidumbre económica que estamos experimentando ahora.