En la actualidad, en México ser joven es sinónimo de exclusión. Los jóvenes que debieran ser la principal fuerza de trabajo que se incorpora al área productiva, porque donde hay trabajo hay riqueza, hay desarrollo, son el bono económico que no utilizamos y que generará pobreza a mediano y largo plazo. El contraste lo podemos ver en Estados Unidos porque muchos de nuestros jóvenes migran hacia allá. Entre el 2000 y 2018 se fueron más de medio millón por año, y de estos un millón eran jóvenes profesionistas con niveles de estudio de licenciatura, maestría o doctorado y generaron un equivalente a 600 millones de dólares anuales en ese país, porque allá es donde generan riqueza, donde les crean empleos. Entre otras cosas por eso México es un país de pobres, por falta de una política económica de Estado que genere desarrollo, que genere empleos y salarios justos. La realidad es muy desalentadora en nuestro país, tenemos un gobierno muy caro y con pocos resultados o cada vez peores. El INEGI dio cuenta de esto recientemente en su análisis de evolución de resultados 2016-2020: el número de pobres se incrementó de 45 millones de personas a 51 millones, la crisis hizo que se redujera el ingreso de los hogares mexicanos en más de un 12%. El informe del INEGI señala que el 80% de las personas que reciben ingresos en el país ganan hasta 2 salarios mínimos (hasta 3,500 pesos al mes), el 15% entre 2 y 6 salarios mínimos (de 3,500 a 10,000 pesos por mes) y sólo el 4.7% reciben más de 6 salarios mínimos, por lo que somos un país de pobres con una clase media poco numerosa (cerca de 5 millones) pero con los mega millonarias de la revista Forbes (Slim percibe un ingreso 15 mil veces superior al del promedio de los hogares mexicanos, un ejemplo de los contrastes en nuestro país; la riqueza concentrada arriba, arriba se queda y la pobreza generada abajo, abajo se queda. ¿De qué nos sirve ser la novena economía del mundo si nos mantenemos en el lugar 52 en cuanto a la distribución de la riqueza? Necesitamos un nuevo modelo de desarrollo incluyente. ¿Y los ninis? Por desgracia, si seguimos como vamos, es lo que más crecerá en el país, más de 8 millones, ni estudian ni trabajan, pero tampoco votan, el 65% de los jóvenes de 19 a 29 años están en esta condición y ahora se suman muchos egresados de educación superior, que ya cumplieron con su país, ahora el país debe de emplearlos. Cada año desertan de la educación media superior más de 600 mil estudiantes, (cerca de 1500 por día) sobre todo en el primer año, sin contar los rechazados que tan sólo en nuestro estado -Baja California- el COBACH no admite a más de 10 mil por año, y de los que egresan cuando aspiran a las universidades públicas sólo son admitidos cerca del 10%, desde la UNAM, el IPN, hasta la UABC. Lo anterior significa que el 90% no tiene oportunidad alguna. La UABC rechazó a cerca de 15 mil aspirantes cada año escolar que inicia. Ahora también éste es un tema de seguridad nacional según Guillermo Valdés, director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Sisen) quien dijo que al centro que encabeza le preocupan también los jóvenes que quedan fuera del sistema de educación superior, porque además de la delincuencia organizada esta situación podría generar condiciones para alimentar opciones radicales, extremistas y violentas tales como el terrorismo. ¿Cuántos de los ahora jóvenes y ninis, profesionistas o no, tendrán seguridad social en su vejez?, de seguir como vamos no tendrán vivienda propia, servicios médicos, alimentos, etc. ni siquiera una familia propia, si no hay trabajo no hay familia, pero el gobierno federal insiste en que vamos bien… El tema de los jóvenes en nuestro país es multivariado y complejo, se tienen que atender desde diferentes ámbitos, de los macro espacios (lo nacional) a los micro espacios, lo local, lo regional la estrategia es la siguiente: 1.- La educación debe de ser el eje del todo, para formar una generación que aprenda a aprender, que fomente valores de respeto, responsabilidad, equidad, tolerancia y actitudes de cambio, solidaridad, pero sobre todo debemos de educar para la paz, ingresar a una sociedad del conocimiento. 2.-El deporte debe de ser el eje del entretenimiento y no la televisión a través de más espacios deportivos y recreativos, de arte y cultura 3.-Asegurar el derecho y garante del acceso a las Nuevas Tecnologías de la Información. 4.-Ampliar al máximo la cobertura a la educación a través de la creación de las Aulas Virtuales para que no quede ningún joven sin oportunidad a la misma. 5.-Ponderar el otorgamiento de becas a jóvenes en condiciones de pobreza. Pero sobre todo generar empleos de calidad con seguridad social para que este grupo social pueda acceder a mejores condiciones de vida y acceda a un retiro como el de sus padres ellos lo tuvieron. *Docente universitario y analista de opiniòn pùblica.