Arena Política: La transición a la Democracia Participativa

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En su libro Vecinos distantes de Alan Redding habla claramente del Mexicano y su forma de expresión y de cómo nos vemos unos a los otros, nos describe como faltos de nosotros mismos, carentes de identidad y de cómo inventamos frases y palabras para evadirnos de lo que podría ser lo nuestro o sea nosotros como Nación, y lanza una observación muy temeraria; si a alguien que se diga ser Mexicano le dices indio se ofende, pero si por otro lado le dices Español su sentir es igual, de rechazo a ser etiquetado de cualquier forma, y trata de contestarse este enigma de la siguiente manera: Por un lado el Mexicano siente que tiene la gallardía y la soberbia del conquistador, pero por el otro lado de la moneda, siente la sumisión y el encono del conquistado y es esto lo que provoca sentimientos encontrados que no hemos podido superar, y esto precisamente es lo que nos tiene empantanados y lo que es peor confrontados lo que no nos permite no asumirnos como la Nación que no queremos ser. De la Democracia electoral a la Democracia participativa. A partir de la caída del muro de Berlín, que simbolizo el derrumbe del socialismo real, muchos países tuvieron que transitar de modelos de sistemas políticos autoritarios o semiautoritarios a modelos democráticos o semidemocráticos, aun cuando las democracias representativas eran y siguen siendo muy cuestionadas, pero por el momento no había ni hay otras alternativas para estos países y en nuestro caso, iniciamos la transición, misma que no sabemos si ya concluyó y cuando, o sigue. Mientras que la población de los países que viven bajo sistemas democráticos o semidemocráticos en más del 50% se sienten insatisfechos con la democracia, por lo que esta era una opción, la menos peor para la transición y en muchos países sobre todo en la región de Europa del este, que vivió la influencia soviética, se propone como correctivo o complementariedad para corregir la democracia representativa, al menos cinco condiciones: 1) La primera es el ampliar en sus regímenes políticos “el espacio público”, la esfera de libertad política e igualdad ciudadana, lo que implica menos gobierno más poder de los ciudadanos en la toma de decisiones, ya que la población no se siente representada por los políticos o muy insatisfechos con las democracias representativas, con un espacio público pequeño, dado la poca representatividad (cosa que está pasando ahora en nuestro país y en nuestro estado). El espacio público es muy reducido y ahora se trata de ampliarlo, bajo esta condición se transitó a la democracia, ampliarlo no solo a pocos partidos, a pocas organizaciones autónomas avasalladas por el corporativismo o reservado solo a esas pocas figuras en el reducido espacio de poder público. 2) La segunda es el de fortalecer a la sociedad civil, quien ocuparía por así decirlo este espacio público, ampliando la participación ciudadana en todos los espacios bajo la premisa de que lo público es un asunto de todos, para hacer gobiernos plebiscitarios y transitar de la democracia electoral a la democracia participativa. 3) La tercera es de la participación ciudadana a través de la democracia directa o semidirecta, tarea o agenda de gobierno para la consolidación de la democracia y en el caso mexicano también, donde lo público es un asunto de todos, e implica que se construya un amplio espacio público, una sociedad civil a través del poder ciudadano y una participación ciudadana como soporte de la democracia. 4) La cuarta es la que refiere a la educación y cultura ciudadana a través de la práctica de la participación ciudadana, virtuosa, informada, crítica, de conciencia ciudadana y deliberativa a través de su participación en el Plebiscito, Referéndum, Iniciativa Ciudadana, y demás figuras de participación y consultas directas en todos los espacios desde lo local, regional a lo nacional. 5) Este aspecto refiere que la ciudadanía sea la garante de la transparencia y el libre acceso a la información, bajo estas condiciones se pretende consolidar la democracia y transitar de una democracia de participación, para llegar a una democracia deliberativa con verdadera rendición de cuentas. Hasta ahora la mayoría de los estados de la República no cuentan ni siquiera con una ley de participación ciudadana, a través de la cual se fortalezca la sociedad civil y se amplíe el espacio público. Solo tiene esta figura en los siguientes Estados: Baja California, Jalisco, Baja California Sur, Guanajuato, el D.F., Aguascalientes, Zacatecas, Colima, Veracruz, Baja California, Coahuila, Durango, Morelos, Puebla, Quintana Roo, Tabasco y Tamaulipas, todas muy restrictivas están hechas para no aplicarse. La iniciativa ciudadana tiene que reemplazar a la política social mexicana hecha bajo diseños erráticos, bajo esquemas de corrupción e ineficiencia, regida bajo criterios partidistas y corporativos. Los gobiernos mexicanos se han reservado el monopolio del uso de los recursos públicos para llevar a cabo acciones de clientelismo, intercambian servicios por apoyos públicos, esto hace que muchos movimientos sociales encuentren cerradas las puertas del gobierno a respuestas no clientelares, lo que propicia también que estos movimientos no tengan más que pocas alternativas, como es el de protestar indefinidamente o ajustarse a los patrones del clientelismo corporativo o partidista. Hay un reclamo ciudadano en los procesos gubernamentales contra la arbitrariedad, la impunidad, la soberbia y la corrupción, esto hace que las organizaciones ciudadanas caminan por un lado y las agencias gubernamentales por otro, cuando en políticas públicas deben de caminar juntos. Por ello es importante un nuevo pacto social a través de la construcción de un espacio público, donde lo público derive del interés colectivo, de la comunidad, lo que concierne a la comunidad política; el espacio público entonces es la expresión de la sociedad civil como mediador entre gobierno y sociedad, como el lugar de gestación de los movimientos sociales, como esfera pública autónoma, pero también entendida bajo el supuesto del acceso a lo público, al uso acceso y consumo de los bienes culturales y los servicios públicos. La consulta ciudadana llámese Plebiscito (sobre obras y acciones de gobierno), el Referéndum (sobre modificaciones de ley, derogación, abrogación, la Iniciativa Ciudadana (proponer asuntos de ley o leyes directamente la ciudadanía), revocación de mandato (contrapeso para la reelección y los malos gobernantes y demás formas de participación ciudadana debemos de practicarlas, que bien que se nos consulte, cómo todo conocimiento, deberíamos de aprender a opinar, asumir el poco espacio de poder, al principio no salen bien las consultas, pero podemos aprender, daremos los primeros pasos y ahora que se nos consulta sobre el juicio a los presidentes es un buen pretexto para participar aunque para que este Juicio se efectúe es más que difícil. Para que los expresidentes vayan al tribunal necesita votar 40 por ciento del padrón electoral y eso no es cosa fácil, es más, podría considerarse una misión imposible, aunque no inútil. Imagen: Etcétera