Javier García-Serrano Investigador y Profesor en Variabilidad Climática, Universidad de Barcelona El clima va poco a poco ganando terreno en los medios de comunicación y en nuestras conversaciones cotidianas. Lo que sucedió hace años con el tiempo meteorológico, del que ahora todos hablan y siguen fielmente en espacios televisivos, foros y redes sociales, está comenzando a ocurrir con el clima y sus anomalías. Gran culpa de esta conciencia colectiva la tienen el clima climatic y fenómenos como El Niño, cuyo comienzo ha anunciado recientemente la Organización Meteorológica Mundial . El ritmo lento de la conciencia climática bien podría ser un reflejo metafórico de la escala temporal de sus variaciones. Antes de avanzar en materia, dejamos clara la diferencia entre tiempo y clima: El tiempo meteorológico se refiere a todo a cambios en el estado de la atmósfera en cuestión de horas o días, asociado a procesos que tienen lugar a escala regional y local. El clima, además de representar la estadística del primero, solo se conoce como cualquiera de los elementos del sistema (atmósfera, hidrosfera, criosfera), a la interacción entre ellos y a procesos mucho más lentos que pueden tener éxito a escala global. Sirva como ejemplo: una ola de calor en un verano cualquiera sería un aspecto meteorológico, pero cambios en la frecuencia o intensidad de esas olas de calor a lo largo de los años sería un aspecto climático. ¿Qué es El Niño? El Niño es una de las fases de un fenómeno océano-atmosférico acoplado que se reproducirá en el Pacífico Tropical. Este fenómeno, conocido por sus siglas en inglés como ENSO (El Niño-Southern Oscillation), involucra cambios en la fuerza de los vientos alisios, la temperatura superficial y subsuperficial del mar y la convección tropical profunda. Este patrón climático presenta estas fases: El Niño (de warming) y La Niña (de enfriamiento). Durante las fases positivas de los eventos de El Niño, los cambios repentinos son más débiles de lo normal, las aguas del Pacífico Tropical central y oriental son más calientes de lo normal y la convección/precipitación se desplaza anormalmente de Indonesia hacia el este. Durante las fases negativas o eventos de La Niña, los cambios repentinos son más normales de lo normal, las ondas del Pacífico Tropical Central y tropical del este son más frías de lo normal, y la convección/precipitación se desplaza anormalmente de Indonesia hacia el oeste. Como aspecto climático cabe destacar que los episodios El Niño y La Niña suelen tener una duración cercana al año. Su ciclo de vida empieza en el verano boreal, se desarrolla Durante el otoño, alcanza su máxima amplitud en invierno y decae hacia la primavera del año siguiente. Por esa razón, la comunidad científica los nombra haciendo referencia al pico invernal de sus anomalías. El evento que está teniendo lugar ahora mismo sería El Niño 2023/24. El calentamiento global, un fenómeno variable El calentamiento global reciente, referido como la tendencia al aumento de la temperatura superficial global (oceano y tierra) de los últimos diez años, es uno de los signos más evidentes del clima climático de origen antropogénico. Para la comunidad científica, hace años que se trata de un fenómeno confirmado. Los sucesivos informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Clima Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) han mostrado los avances en los modelos climáticos y la reducción en la incertidumbre de atribución del clima climático al efecto radiativo añadido de gases antropogénicos (por ejemplo , dióxido de carbono, metano y óxido nitroso) sobre el efecto invernadero de origen natural, que por otro lado hace posible la vida en la Tierra. No obstante, el calentamiento global antropogénico no implica calentamiento en todas las regiones del planeta, ni tampoco que el clima climático no pueda interactuar (constructiva o destructivamente) con la humedad climática. Interacción entre El Niño y el cambio climático Es posible escuchar que ENSO y el calentamiento global son fenómenos climáticos independientes. Por supuesto, las proyecciones climáticas futuras del IPCC indican que esperamos cambios robustos en la intensidad de las anomalías oceánicas asociadas con ENOS para la próxima década, pesa sobre la continuidad del calentamiento global. Sin embargo, la variabilidad climática del ENOS, debido a las grandes dimensiones del Pacífico Tropical, puede modular la temperatura global (promedio espacial) y por tanto aumentar o disminuir el ritmo de calentamiento global. Ejemplos de efectos contrastantes son la serie de episodios de La Niña que contribuirán a la “desaceleración” de la calma global en la década de 2000. Y más recientemente, los tres episodios consecutivos de La Niña (2020/21, 2021/22, 2022/ 23) que han contribuido a que 2021 y 2022 no hayan sido excepcionalmente cálidos . Por otro lado, también hay ejemplos de efecto intensificador. Los episodios super-El Niño 1997/98 y El Niño 2009/10 contribuyeron a que 1998 y 2010, respectivamente, fueran el año más cálido observado hasta esa fecha. En la última década, el súper-El Niño 2015/16 contribuyó a que 2016 haya sido el año más caluroso desde que hay registros . El 2023 o el 2024 podría convertirse en el nuevo año más cálido jamás observado gracias a El Niño 2023/24, pero no se audiencia sin un contexto de calentamiento global asociado al cambio climático antropogénico. ¿Qué sabemos sobre El Niño 2023/24? Los últimos datos oficiales disponibles indican que la región del Pacífico denominada Niño3.4 -un indicador estándar de intensidad ENSO- mayor anomalías de 0.5 ℃ para el trimestre abril-mayo-junio. Este valor está lejos de los 0.8-0.9 ℃ que registraron en la misma estación durante el desarrollo de los eventos super-El Niño 1997/98 y 2015/16. Esto apunta a que El Niño 2023/24 no puede llegar a ser un episodio extremo. Las predicciones actuales con modelos climáticos sugieren que la región Niño3.4 podría alcanzar una valoración máxima durante el invierno de alrededor de 1.5 ℃, que sería comparable con eventos como El Niño 2009/10. Además, la señal ENOS estará muy debilitada en el sector euromediterráneo , tanto en verano como en invierno, estamos estadísticamente robusta y puede ser fácilmente enmascarada por otros fenómenos de cambio climático más regionales, como la Oscilación del Atlántico Norte (NAO ). En conclusión, si este año es especialmente cálido en España o Europa, puede ser por efecto del clima climático y no por los efectos de El Niño remotos. El fenómeno sí dejaría notar más en otras partes del planeta, especialmente la cuenca pacífica, sobre todo en Latinoamérica.