Baja California apunta hacia otra década perdida debido al impacto de la pandemia, pero lo más inquietante es que el mayor daño apunta nuevamente a darse en el empleo y las remuneraciones. En un análisis del Centro de Estudios Económicos de Baja California se indica que el Estado recibió la Gran Recesión 2008-2009 con una tasa de desempleo de 1.6% y una cifra de informales de 202 mil 254 trabajadores. En los dos siguientes años la tasa se elevó hasta 7.5% un máximo histórico y los informales crecieron hasta 246 mil 578. Diez años después de la crisis, la tasa de desempleo no alcanzó el nivel del los años previos a la Gran Recesión, mientras que la ocupación informal no detuvo su ascenso ubicándose la cifra hoy en más de 100 mil por arriba de la que se tenía en 2007, por lo que con las nuevas condiciones todo apunta para que el desempleo se mantenga en condiciones críticas con una ampliación del sector informal una vez que se consolide la "nueva normalidad". Asimismo, el organismo llamó la atención sobre el aumento en el porcentaje de bajacalifornianos con ingreso laboral inferior al costo de la canasta básica alimentaria, el cual se elevó de 18.7 hasta 25.8 por ciento de la población entre el cuarto trimestre del 2019 y el tercero de 2019 y que se espera vaya más arriba en el cuarto trimestre con los efectos completos de la pandemia. El CEEBC reiteró que con estas tendencias y el gobierno estatal encerrado en sus disputas políticas, el resultado será una mayor desigualdad social. Finalmente en un comparativo contra la Gran Recesión, el porcentaje de bajacalifornianos con ingreso laboral inferior al costo de la canasta básica alimentaria es mayor ahora, mientras que con la mayor pérdida de empleos de la historia y el PIB estatal que cayó más de 18 por ciento en el segundo trimestre del año, se refuerza el hecho de que la economía tardará mucho tiempo en recuperarse, especialmente porque este año no hay expectativas reales de recuperación, solamente rebotes estadísticos.