El mecanismo que conecta nuestros instintos, emociones, razones y acciones incluye incluido un conjunto de actitudes, formadas desde edades tempranas y que con el tiempo tienden a reforzarse antes que a modificarse. Funcionan como resortes del comportamiento. Al activarse, influyen a veces de manera determinante en nuestras decisiones, juicios, opiniones y actos, en circunstancias diversas. Estos resortes se expresan como verbos (indica acción), funcionan de manera consistente, sin previo aviso y generalmente sin que seamos conscientes de su existencia. Para hacerlas evidentes, entender su poder y tratar de mejorarlas o por el contrario reducir su influencia, necesitamos de la herramienta para desaprender y aprender número 37: conocernos a nosotros mismos... Los siguientes son algunos de estos resortes detrás de las más variadas conductas, propias y ajenas. 1. Ciclos: en la vida, saber abrir y cerrar ciclos nos reconcilia y propicia la paz interior. 2. Puntualidad: la puntualidad, por el tiempo de los demás, es ejemplo que educa y nos educa. 3. Respeto: en la convivencia humana, el respeto es el valor supremo a lograr, en nosotros y hacia otros. 4. Aprender: lo más valioso de quien aprende no es lo que memoriza para repetirlo y olvidarlo, sino lo que enriquece su experiencia, razón y emociones. 5. Dirigir: dirigir a otros comienza en asumirlos honestos, responsables y capaces… mientras no demuestren lo contrario. 6. Expectativas: cuando no se cumplen las expectativas sobre alguien o algo, la falla está en nuestra inteligencia, invariablemente. 7. Saber: las dicotomías y otros esquemas que usamos para clasificar, representan cortes y ángulos que simplemente no corresponden con la fluidez de la realidad. 8. Fracasos: un buen fracaso nos enseña más que cien triunfos. 9. Educar: un objetivo de todo educador debe ser convertir a los alumnos en maestros de sí mismos. 10. Disciplina: la disciplina y la constancia son el común denominador de todo emprendedor. 11. Estupidez: la materia más abundante en el universo no es el hidrogeno. Es la estupidez. 12. Arriesgar: para hacer realidad ideas que cambian cosas, es mejor pedir perdón en vez de pedir permiso. 13. Colaborar: ser parte de un equipo exitoso, tiene que ver más con frenar que con jalar. 14. Evaluar: si quieres evaluar tu aprendizaje (o el de otros), las preguntas reflejan mejor el saber logrado que las respuestas. 15. Mis límites: reconocer que nuestra individualidad no significa en modo alguno superioridad, aislamiento o privilegio sobre los demás, nos lleva del beneficio egoísta a lo justo, que es siempre compartido. Seguramente hay otros muchos resortes en otras cajas... Gracias anticipadas por sus comentarios.