Entre los factores de corto plazo que influyen en el valor del peso mexicano se encuentran: 1. La liquidez del peso mexicano. Es posible comprar o vender pesos las 24 horas, los 365 días del año y es una de las cuatro monedas más intercambiadas de economías emergentes. Por ser fácil de vender y comprar, se utiliza como subyacente en numerosas operaciones de los mercados de derivados y este mayor uso se ve reflejado en una apreciación de nuestra moneda. Sin embargo, esta liquidez también implica mayor volatilidad. 2. La diferencia en las tasas de interés entre México y Estados Unidos. La tasa de interés en México se ha mantenido mucho más alta que la de Estados Unidos desde hace más de un año como respuesta del Banco de México a un entorno de alta inflación en nuestro país. El diferencial podría disminuir si Banxico recorta su tasa de interés antes de que la Reserva Federal lo haga. Es decir, actualmente es más redituable para los inversionistas internacionales comprar bonos gubernamentales en México que en Estados Unidos, debido a que los rendimientos son mayores en México, por lo que aceptan el mayor riesgo. 3. El apetito por riesgo de los mercados. Cuando están dispuestos a adquirir monedas de países emergentes, como México, como mecanismo de inversión, el peso mexicano se aprecia. El incremento en la aversión al riesgo entre los inversionistas a causa de incertidumbre hace que los capitales se dirijan a activos más seguros, como los bonos del Tesoro de Estados Unidos, lo cual deprecia el peso. Los riesgos de que esto suceda pueden ser a nivel internacional o nacional. Por ejemplo: Internacionales Temores de recesión global Contracción económica o inestabilidad política en las principales potencias del mundo, incluyendo en Estados Unidos Escaladas importantes en los conflictos geopolíticos globales. Nacionales Temor a modificaciones profundas a la Constitución Inestabilidad económica Déficit fiscal elevado Entre los factores estructurales o de largo plazo que influyen en el valor del peso mexicano se encuentran: 1. La autonomía del Banco de México le da estabilidad a la moneda. Esta le permite a Banxico tomar medidas de política monetaria conforme a su mandato de preservar el poder adquisitivo del peso mexicano y, por lo tanto, es independiente de los intereses y visiones económicas del gobierno en turno. 2. El régimen de tipo de cambio flexible permite que los ajustes al precio se hagan de acuerdo a la oferta y la demanda en el mercado internacional de divisas. México adoptó en 1994 un régimen de tipo de cambio flexible. 3. El ingreso de dólares a la economía mexicana es un factor de largo plazo fundamental que permite que el intercambio se mantenga alrededor de ciertos niveles. En particular, las exportaciones no petroleras de México hacia el mundo mantienen un flujo constante de dólares hacia nuestro mercado cambiario, seguidas por las remesas. Además, en el corto y mediano plazo su incremento también contribuye a la apreciación del peso. En 2023 se alcanzó una cifra récord en las exportaciones no petroleras (3.9% más altas que en 2022) y el ingreso de dólares por remesas (7.6% más que en 2022) y turismo (10% mayor a lo ingresado en todo 2022). Desde 2022 hubo incrementos históricos en exportaciones no petroleras (16% más que en 2021); en particular de la industria manufacturera y automotriz, en remesas (12% más que en 2021), en exportaciones petroleras (33% más que en 2021), en inversión extranjera directa (14% más que en 2021), en turismo (42% más que en 2021) y de inversiones en cartera. Fuentes: BIS, Banco de México e INEGI, con base en análisis de Monex y Banco Base. Imagen principal: Expansión.