Con dedicatoria al Auditor Superior del Estado

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Para cerrar el bienio, el Congreso le autorizó a Jaime Bonilla Valdés un endeudamiento por 3 mil millones de pesos. ¿A dónde fue a parar ese dinero…? En mayo del 2021, a menos de seis meses de terminar su, por fortuna, corto mandato, en el dictamen 175 se enlistó en lo que, supuestamente, se iba a gastar el préstamo: “Remozar, rehabilitar, acondicionar y transformar los espacios públicos; construir espacios culturales, ejes viales, retornos, puentes, pasos a desnivel, acotamientos, ciclo vías…; rehabilitar escuelas, centros educativos, pavimentos, parques, espacios públicos y deportivos; financiar el costo de inversiones público productivas, equipar y modernizar el sector salud, invertir en infraestructura hídrica, hidro agrícola, alcantarillado, agua limpia, sistemas de riego, almacenamiento, infraestructura y equipamiento de seguridad pública”. ¿Cuántas obras se construyeron en realidad? ¿Alguien lo sabe? ¿Lo sabe el Auditor Superior? Por aquellos meses del 2021, el ingeniero Jaime Navarro Celaya, comentó que era imposible ejercer en ese lapso 3 mil millones de pesos por lo siguiente: “Para contratar el crédito, se necesitan al menos 45 días. Otros 45 días para el proceso de licitación. 15 días para la contratación, y otros 15 para la entrega del anticipo, lo que suma 120 días, CUATRO MESES, lo anterior, sin contar la licitación y ejecución de las obras…” No hay que olvidar que, el 26 de agosto del 2020, los diputados de Morena, (que le autorizaban todo), le palomearon un préstamo por 852 millones de pesos: 234 millones para el IEE y, 588 millones para EDIFICACIONES NO HABITACIONALES, DIVISIÓN DE TERRENOS Y OBRAS DE URBANIZACIÓN. ¿Alguien sabe a dónde fue a parar realmente ese dinero? ¿Los sabe el Auditor? Por los 3 mil millones, a 20 años, con una tasa (TIIE+0.90%) se pagarán mil 975 millones de intereses. Los bajacalifornianos, no Bonilla ni sus diputados, terminarán pagando por ese préstamo 4 mil 975 millones de pesos.