¿Cuánto crecerá México en 2026?

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El PIB del tercer trimestre se contrajo 0.3% y es muy probable que el PIB del cuarto trimestre registre de nuevo una contracción. Con esto ya serían dos caídas trimestrales al hilo, algo comúnmente conocido como “recesión técnica”. Sin embargo, es poco probable que este periodo sea reconocido como recesión, pues las caídas no son significativas ni generalizadas, puntos cruciales de la definición de recesión económica. Más allá de si es o no recesión, es innegable que la actividad económica de México está estancada. De hecho, para este año se estima que el PIB mostrará un crecimiento de apenas 0.5%, el menor crecimiento desde el 2020, año de la pandemia, pero 2026 se espera un ligero impulso, con un rebote trimestral en la primera mitad del año. El rebote puede provenir del consumo ante varios factores. Por una parte, el Mundial de Futbol 2026 se llevará a cabo en junio y algunos partidos serán en México. Esto atraerá visitantes que tendrán que hospedarse en hoteles y comprar comida. Además, un mundial de futbol generalmente propicia optimismo, independientemente de cómo le vaya a la Selección Mexicana, y esto se da porque las personas nos reunimos para ver los partidos. Así, las carnes asadas (soy de Monterrey, por lo que esa es mi referencia) o reuniones para ver los partidos incentivarán el consumo. Para las reuniones, algunos hogares se prepararán comprando una nueva televisión o haciendo arreglos a su casa, lo que también se reflejará en el consumo. Por otro lado, en 2025 el gobierno ha seguido con la consolidación fiscal con un recorte del gasto público que especialmente ha afectado a la infraestructura y en algunos meses a las transferencias y ayudas que se otorga a algunos grupos de la población. El margen de recorte del gasto público ya es muy limitado. No se puede recortar más el gasto en infraestructura en 2026, pues ya implicaría un grave riesgo para el buen funcionamiento de la economía. Por el lado de transferencia y ayudas está previsto en el Paquete Económico 2026 un aumento sustancial. Además, en 2027 está la posibilidad de votación de revocación de mandato por lo que, con fines políticos, el gasto público tenderá a incrementarse en 2026 y con eso se dará impulso a la actividad económica. Por otro lado, las exportaciones son las que han frenado las caídas en el PIB, a pesar de los aranceles impuestos en Estados Unidos. Al interior hay una visible reconfiguración, puesto que los autos ya nos son el bien que más se exporta a Estados Unidos, ahora son las computadoras. De hecho, México se ubica como el segundo proveedor extranjero de equipo de cómputo a Estados Unidos, lo que ha sido posible debido al bajo arancel de apenas 0.12% al que las importaciones desde México en esa partida están sujetas, en contraste con el arancel de 25% al que están sujetas las importaciones de computadoras de China. Este tipo de exportaciones desde México se espera sigan al alza dando impulso al crecimiento económico. Finalmente, la inversión fija bruta podría repuntar un poco por efecto matemático de bajísima base de comparación de este año (este año acumula una caída de 6%), así como por el aumento en gasto público en infraestructura y la necesidad de las empresas que fabrican equipo de cómputo de ampliar sus plantas para producir y exportar más. Con todo esto, se estima que la economía de México podría crecer alrededor de 1.1% en 2026. Obviamente sigue siendo un bajo crecimiento, pero se alejará del fantasma de la recesión. ¿Riesgos? Muchos y cada mes se agregan más factores a la lista. La encuesta del Banco de México a especialistas del sector privado muestra a la gobernanza como el principal factor de freno de la actividad económica, particularmente por la inseguridad pública. También está la posibilidad que sigan los incrementos en los costos laborales por el aumento en el salario mínimo y la reducción de la jornada laboral, lo que, junto con la incertidumbre, puede frenar la creación de empleo formal en México y con eso frenar el consumo. En Estados Unidos, Trump seguirá con su política proteccionista, con altos aranceles y deportación de personas indocumentadas, lo que se verá reflejado en bajos niveles de remesas que llegan a México. Otros riesgos son las guerras, disrupciones en cadenas de suministro (como la de chips que volvió a afectar a la industria automotriz este año), alzas en inflación y mayor cautela de los consumidores. Finalmente, está la revisión del T-MEC que oficialmente iniciará en julio del 2026 y que se anticipa será el tema que marcará la segunda mitad del año, con una alta probabilidad de que se alargará hasta el 2027 convirtiéndose en una renegociación. ***Directora de Análisis Económico en Grupo Financiero BASE.