Debate y postdebate

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¿Quién ganó el debate que no fue debate…? ¿Quién ganó ese ejercicio mal planeado, mal organizado, mal ejecutado y caro? La respuesta es simplona: Para los seguidores de Xóchitl lo ganó ella y, viceversa, para los seguidores de Claudia. La opositora, intentó hacer ver mal a la candidata puntera: no logró su objetivo. Xóchitl no estuvo del todo mal en sus intervenciones, pero, sus seguidores esperaban más contundencia en sus críticas al gobierno de López Obrador y a las propuestas de la candidata a vencer. Ni los muertos de la Línea 12, ni los niños muertos del Colegio Rébsamen; ni las acusaciones a los hijos del presidente o la medicina para piojos, pudieron sacar de balance a la candidata del oficialismo, quien se mostró impertérrita. Claudia tenía más que perder con la asistencia al debate, tomó la decisión de ir y, no le fue mal. Tal vez no ganó más puntos, no los necesita, pero conservó los que tiene en la bolsa para mantenerse arriba en las preferencias electorales. Xóchitl tampoco ganó ni perdió más puntos; pero su mensaje no le llegó a esa masa silenciosa de votantes que necesita para ganar: los abstencionistas, los indecisos, los agraviados por el régimen obradorista. La organización y ejecución del debate ha recibido muchas críticas, pero, otro, pero, como dice el doctor Juan Ramón de la Fuente: “vale más eso que nada”. Si se quiere interesar a los abstencionistas, indecisos o a quienes les vale M las elecciones, se debe cambiar el formato de los próximos dos encuentros, para que sean verdaderos debates en donde se polemice, dispute, discutan y argumenten las ideas de los candidatos que quieren dirigir al país. Tres comentarios sobre el debate que REFORMA publicó: “Gálvez criticó puntualmente el desempeño oficial y presentó ideas prácticas, pero dudo que haya convencido a ese sector indeciso”. (Enrique Krauze). “El debate resultó utilísimo y confirmó su importancia democrática. Hay que suprimir los spots y gastar más en los debates”. (Gabriel Zaid). “Sheinbaum ganó pero por los peores motivos. Mimetizó la estrategia y narrativa del presidente” (Denise Dresser). El verdadero debate fue el POSTDEBATE de la noche, conducido por Ciro Gómez Leyva y protagonizado por el productor de telenovelas, Epigmenio Ibarra y, el primer actor operístico, Germán Martínez. Epigmenio perdió hasta la cordura.