“La Tierra es de quien la trabaja y, puede trabajarla”. “Los tabasqueños somos más inteligentes que los norteños”. Puede que tenga razón Adán Augusto y, en un descuido, votamos por semejante esperpento. Ayer comentamos que, según la Secretaría de Gobernación de la 4T, Constellation, iba a consumir el 0.2% del agua disponible en el Valle. Como los mexicalenses somos muy inteligentes, mandamos a volar esa inversión de 1400 millones de dólares porque, según los sabiondos, incluyendo a investigadores del COLEF, “nos íbamos a quedar sin agua…” ¿Tiene razón Adán Augusto en considerarnos unos tontos? La inversión, de 28 mil millones de pesos, y su impacto económico en la región, se la llevaron para el sureste… ¿Son más listos o son más tontos los tabasqueños que los norteños? Las ciudades de California y Baja California crecen y, cada día, demandan más empleo, servicios y…agua. Si la sequía en el Colorado se prolonga, el agua escaseará y su valor se va a incrementar. Tal y como lo estipula la parte final del Artículo 10, del Tratado de Límites y Aguas de 1944, “en casos de extraordinaria sequía, la cantidad de agua asignada a México se reducirá en la misma proporción en que se reduzcan los consumos en los Estados Unidos”. En 2022, por primera vez, hubo una reducción del volumen de agua asignada a México y, este año, habrá otra reducción. La información que tienen los científicos sobre la disminución del caudal del Río Colorado no es buena. Queramos o no, todo apunta a que, en los próximos años seguirá la sequía y vendrán más reducciones de los volúmenes de agua para la agricultura. Con menos agua, las superficies de siembra se reducirán y el agua se tendrá que invertir en cultivos con mayor valor y, en actividades económicas que les den mayor bienestar y prosperidad a los habitantes del Estado. No es una cuestión de futuro, el futuro ya nos alcanzó, nos guste o no, tenemos que enfrentar la sequía y las reducciones del agua con inteligencia para que, el tal Adán Augusto, no ande diciendo que somos más tontos que él.