Como un animal malherido, Jaime Bonilla se lambe las heridas, después de haber tenido todo el poder, como ningún otro gobernador emanado de Morena y hasta ahora consentido del presidente López Obrador. Su excentricismo, su soberbia y sus excesos en el ejercicio del poder no tienen comparación. Se le ha considerado el peor gobernador de Baja California, después de Kiko Vega. Hoy se encuentra en el rincón de su casa, sin que nadie lo eche de menos, al contrario, todo mundo se le retira, sus antiguos colaboradores y cómplices, que son muy pocos, lo frecuentan. En su mini gobierno no hizo nada, lo que hizo desde los primeros días de su gestión fue empezar a hacer negocios, las arcas de gobierno fueron saqueadas y los préstamos a largo plazo terminaron por hipotecar por muchos años las ya de por si quebradas finanzas públicas del estado. Se dedicó a extorsionar a los empresarios con supuestos cargos excesivos del consumo de agua y crear una empresa para consolidar y garantizar los pagos, y llevarse como siempre una jugosa ganancia. “dicen que, sin obras no hay sobras”. Su proclividad a pelearse con los empresarios fue evidente, incluso intentó expropiar una de las partes de mayor plusvalía de la ciudad de Tijuana, como lo es el Campestre. Su animadversión contra los empresarios, es producto de su complejo de inferioridad que lo ha caracterizado toda su vida. Durante su mini administración no hizo nada bien. Al final de su administración pretendió, aunque no pudo, imponer su candidato a la gubernatura, incondicional que le daría impunidad por todas las tropelías y desfalcos que realizó al erario. Su complejo de inferioridad, lo orillaron a ejercer el poder con rencor y venganzas. Además, intentó violentar las leyes constitucionales para alargar su periodo de gobierno de 2 a 5 años. En lugar de tener un comportamiento ejemplar por su cercanía con el presidente, se dedicó a crearle problemas con sus iniciativas descabelladas. También se dedicó a manipular y sobornar a la mayoría de los diputados de la XXII y XXIII legislatura del estado para que le aprobaran leyes a modo, endeudamientos y la instalación de la planta voltaica que le vendería energía eléctrica al estado para seguir bombeando agua a través del acueducto Mexicali-Zona Costa. Hasta ahora existe una denuncia penal en su contra y seis de sus exfuncionarios por haber comprometido el 23% de las participaciones federales con la empresa NEXT ENERGY de monterrey, que no tiene ningún antecedente de haber realizado este tipo de acciones y menos aún, de haber iniciado la construcción de la planta. Durante su mini gestión se desplazaba con frecuencia a la ciudad de México, fueron muy recurrentes sus pleitos con algunos secretarios de estado. Se echó encima a una parte importante del gabinete, que no lo podían ver ni en pintura. Menos para soportarlo como compañero de gabinete. De todas formas, no hubiera aguantado la presión de muchos funcionarios a los cuales Bonilla había tenido desplantes de diva. Es probable que AMLO ya veía venir las demandas en su contra, por eso no lo invitó a trabajar con él. Seguirá siendo su amigo, pero no le dará ningún encargo. Su carrera delictiva la inició desde muy joven bajo la sombra del exgobernador Xicoténcatl Leyva Mortera. Dicen que “origen es destino”, este sinvergüenza defraudador de empresarios terminará siendo perseguido por la justicia mexicana y probablemente por las autoridades norteamericanas, una vez que su “amigo” AMLO termine su gestión. Hoy este expresidiario ha puesto a trabajar a sus testaferros que han iniciado una campaña mediática en radio contra la gobernadora Marina del Pilar. Esta campaña de denostaciones está encabezada por otro “pillo”, Amador Rodríguez Lozano, de tristes recuerdos para los chiapanecos que convirtió toneladas de cocaína en harina, por ello, le apodan el “mago” o el pingüino. El otro innombrable y traidor es el hoy diputado Marco Antonio Blásquez, que se pasea con fuero por todas partes, después de haber traicionado a los bajacalifornianos, siendo senador de la república aprobó el aumento del IVA en la frontera. Todos estos rufianes encabezados por el “extorsionador” “cabeza de cebolla” deberían estar en la cárcel.