“…Por muy breve tiempo se tienen en préstamo las flores”: Nezahualcóyotl. Hace 10 años, el Delta del Río Colorado volvió a latir cuando, 130 millones de metros cúbicos volvieron a correr por su desembocadura. El 27 de marzo de 2014, en la Presa Morelos, ‘la última del Colorado’, el cónsul norteamericano Andrew Erickson pronunció un discurso que evocaba la poesía de Nezahualcóyotl: “Un lecho seco de Río resurge a la vida, las semillas están germinando, las aves están cantando y las comunidades rivereñas se regocijan con la llegada del agua”. El Acta 319 le dio un nuevo enfoque a la gestión y al manejo del agua a lo largo de la cuenca de nuestro Río. En aquel punto de quiebre, Erickson, destacó la labor del comisionado norteamericano Ed Drusina, del comisionado mexicano Roberto Salmón; de manera especial, hizo un reconocimiento a Gastón Luken Aguilar por su visión de reavivar El Delta del Colorado. La visión de Gastón sobre el Río Colorado, se resume en aquello que nos declaró hace 10 años y que sigue siendo vigente: “En el Siglo XX, el Río Colorado dio origen al Valle de Mexicali y su riqueza atrajo a gente de todo el país. En el siglo XXI, el tema más importante para el Estado seguirá siendo el agua del Río Colorado”. “El futuro del Estado se finca en que tiene suficiente agua, pero hay que aprender a cuidarla”. “Tenemos agua suficiente, sustentada en un Tratado que cumple 70 años y que ha sido respetado por ambas partes, salvo la controversia de la salinidad la cual, afortunadamente, se resolvió por la mediación y no por el litigio”. “Los agricultores, están cambiando la forma de pensar del: «cuánta agua se requiere para cuántas hectáreas, para cuántas toneladas»; por la visión de cuánta agua se requiere para generar cuánta riqueza”. “Cuando tienes algo de sobra no te preocupas por cuidarlo. Cuando se firmó el Tratado, sobraba agua y faltaba población; en ese tiempo, no se hablaba del medio ambiente porque éste estaba perfectamente servido”. “La naturaleza nos da el agua, pero si, por nuestras prácticas rompemos su ciclo, nos podemos morir de sed”. “Vivimos en una época en que el crecimiento de la población excedió la disponibilidad de agua. El hombre se quedó con toda el agua para su uso y se la quitó a la naturaleza quien es la que le da el agua”. “Si se seca el Delta, dejamos de tener humedales, se colapsa el hábitat y se pone en peligro la disponibilidad de agua”. “La enfermedad del Delta es reversible, no es terminal, con un 2% del agua del flujo anual del Río Colorado, tendríamos una regeneración importantísima de especies, de flora y fauna…”. “Tenemos la solución en la mano para que el Delta y los humedales se recuperen”. “Pronatura, iniciará un programa para mostrar a los niños cómo es el lugar donde viven y cuál debe ser la relación de los humanos con la naturaleza”. “La naturaleza es muy generosa, nosotros interrumpimos su proceso. El Delta nos pide muy poco para regenerarlo y evitar su muerte definitiva”. «Eso nos comentó Gastón hace 10 años, cuando, aquel Flujo Pulso revivió el Delta del Colorado».