Casi tres años después de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos demandara a Google por comportamiento anticompetitivo en el mercado de búsquedas, el martes comenzará el juicio antimonopolio más importante contra una empresa de tecnología desde que Estados Unidos contra Microsoft en 1998. En octubre de 2020, el Departamento de Justicia presentó una demanda contra Google por “mantener ilegalmente un monopolio en los servicios generales de búsqueda y la publicidad en búsquedas, en violación de las leyes antimonopolio de Estados Unidos”. La demanda, que el Departamento de Justicia describe en su declaración oficial como “un caso monumental para el Departamento de Justicia y, más importante aún, para el consumidor estadounidense” , acusa a Google de ser “un guardián monopolista de Internet” y se involucra en “tácticas anticompetitivas para mantener y ampliar sus monopolios”. En el centro del caso está la conocida práctica de Google de pagar grandes cantidades de dinero a fabricantes de dispositivos, proveedores de servicios inalámbricos y desarrolladores de navegadores para asegurarse de que Google sea el motor de búsqueda predeterminado en los dispositivos y dentro de los navegadores. Según las conclusiones del DOJ, dichos acuerdos cubren casi el 60 por ciento de todas las consultas de búsqueda en los Estados Unidos, y una gran parte del porcentaje restante se canaliza a través de las propiedades propias de Google (por ejemplo, su navegador Chrome y sus dispositivos Google). Como resultado, Google se ha vuelto “tan dominante que “Google” no es sólo un sustantivo para identificar una empresa y el motor de búsqueda de Google, sino también un verbo que significa buscar en Internet”, escribe el Departamento de Justicia en su denuncia. Como muestra el siguiente gráfico, el dominio de Google sobre el mercado de búsquedas estadounidense puede de hecho describirse como monopolístico. Según Statcounter, una empresa que rastrea más de 5 mil millones de páginas vistas en más de 1,5 millones de sitios web por mes, la participación de mercado de Google en los EE. UU. actualmente asciende al 79 por ciento en dispositivos de escritorio y a más del 95 por ciento en dispositivos móviles (excluyendo tabletas). Sin embargo, una posición dominante en el mercado por sí sola no es ilegal, como señaló el juez del caso Amit P. Mehta en una declaración el mes pasado. "Una empresa dominante como Google no viola la ley simplemente porque ocupa una posición de monopolio en el mercado", escribió el juez Mehta. "Debe actuar de manera que produzca efectos anticompetitivos en los mercados definidos. Es decir, una empresa con poder de monopolio actúa ilegalmente sólo cuando su conducta sofoca la competencia." Este es precisamente el argumento de Google, que sostiene que su posición dominante en el mercado es resultado de la calidad de sus servicios y de las preferencias de los consumidores y no de un comportamiento anticompetitivo. En una publicación de blog publicada la semana pasada, la compañía descarta la demanda como "profundamente defectuosa", afirmando que "la gente no usa Google porque tiene que hacerlo, lo usa porque quiere". "El éxito no proviene de la precarga ", dice Google con respecto a las acusaciones en el centro del caso, "proviene de la innovación y de ofrecer productos útiles que la gente quiere usar". https://www.statista.com/chart/23250/search-market-share-in-the-united-states/ ****Félix Richter Periodista de datos felix.richter@statista.com +49 (40) 284 841 557