El 1 de junio marcó un punto de inflexión. Bajo la apariencia de una reforma democrática, el gobierno mexicano avanzó hacia la captura del Poder Judicial. Escribe “México” en los comentarios y te enviaremos un artículo de FEE sobre los problemas en este país. No se trató de justicia, sino de control. Lo que está en juego no es solo la independencia de los jueces, sino las libertades individuales, la seguridad jurídica y el futuro económico del país. Cuando la justicia responde al poder y no a la ley, nadie está a salvo. México corre el riesgo de convertirse en una autocracia electoral, donde disentir es peligroso y prosperar, incierto. Lo que ocurrió en México debe encender las alarmas de quienes atesoran la libertad individual.