Por Antonio Magaña Como dice el filósofo de Parácuaro, Alberto Aguilera Valadez, ¿Pero qué necesidad? ¿Qué necesidad tiene el exrector, Alejandro Mungaray Lagarda, de andar de saltimbanqui y tránsfuga de la política? Dando saltos de grulla, sigue la ruta de otros cirqueros de la grilla pueblerina: del PAN a Movimiento Ciudadano y de Movimiento Ciudadano a Morena. Por eso está la política como está: sin principios y sin rumbo, extraviada y extraviando al país. Los políticos se cambian de un partido a otro como si se tratara de cambiarse de calzoncillos: “presencia o ausencia según conveniencia”. Brincan de unas siglas a otro como chapulines, igual que hacen los mafiosos y los gatilleros, que traicionan a una banda para irse a otra. Ayer, Alejandro “Miyagui” Mungaray andaba del tingo al tango, “entusiasmado”, porque iba a ser candidato a gobernador por Movimiento Ciudadano. Hoy, por la mañana, aparece en una conferencia de prensa con la candidata Marina del Pilar Ávila, alabando a Morena y despotricando en contra del presidente de Movimiento Ciudadano. Ayer, refunfuñaba en contra de la falta de visión económica del presidente López Obrador. Lo señalaba, por entregar a diestra y siniestra dinero público a los pobres, y por no apoyar a las pequeñas y medianas empresas. Lo criticaba por autoritario, por no escuchar a los empresarios y por el mal manejo de la pandemia y de paso, tachaba al gobierno de Bonilla de insensible e inservible. ¿Qué opina hoy? ¿Se va a sumar a la entrega de dádivas del gobierno federal a los pobres? O, de plano… ¿Le va a enseñar a Marina el salto de la grulla que le falló en Movimiento Ciudadano? Perdón al verdadero Señor Miyagui…Noriyuki Pat Morita, ese sí que tenía principios.