En busca de la maquinaria

foto-resumen

Ayer desalojaron a los trigueros del Centro Cívico. En estos momentos andan en los corralones buscando sus tractores. El desalojo, se llevó a cabo con dos incidentes peligrosos que, por fortuna, no pasaron a mayores: Uno. - Abrir las válvulas de dos tanques con amoniaco, intoxicando a más de 10 policías y a dos reporteros. Dos. – El productor enloquecido que intentó arrollar con su John Deere a los policías y salió huyendo a toda máquina por la Avenida Independencia. Es el mismo que golpeó semanas atrás a un ciudadano afuera de Palacio Municipal. Hay dos visiones del desarrollo agropecuario del país: la del presidente y la de los productores del norte. La de López, contempla la asistencia a la producción para el autoconsumo con fertilizantes, precios de garantía, leche y despensas con el dinero que todavía no se roban de SEGURIDAD ALIMENTARIA MEXICANA. La ayuda del presidente, es para los campesinos que él idealiza: las del arado jalado por un caballo rocinante o la yunta bueyes. En el Valle de Mexicali, se repartieron 20 hectáreas con derecho de riego y, una más, para el autoconsumo. Para los años 30’s del siglo pasado, la visión de Cárdenas, era de avanzada comparada con la de López O. A 86 años del reparto agrario, en el Valle de Mexicali, son contados quienes siembran su parcela de 20 hectáreas. Para el presidente, esos productores no merecen ningún tipo de apoyo, son neoliberales, por eso desapareció Procampo/Proagro y, la única institución que les daba crédito: Financiera Rural. Desde 2019 a la fecha, 295 mil productores acreditados en la Financiera han dejado de sembrar por la escasez de crédito y tasas exorbitantes que, en cuatro años, pasaron del 6.5% al 18%. Los campesinos del autoconsumo alimentan a sus familias, los otros productores, “coyotes, corruptos y rateros”, al resto del país. Dos visiones del mundo y de la vida, dos modos de ver el desarrollo nacional.