Entre la ineptitud, la indolencia y la estupidez

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Durísimas críticas, como nunca antes, está recibiendo la gobernadora Marina Ávila por el tema de los jóvenes desaparecidos en Mexicali, lo que motivó encendidas protestas y hasta conatos de enfrentamiento de parte de los padres y familiares de los afectados. La gota que de plano derramó el vaso de la indignación ciudadana fue la publicación que la gobernadora subió a sus redes (o le subieron, porque se sabe que los fines de semana acostumbra viajar fuera del estado) en la que minimizó la situación y se burló al más puro estilo de Jacobo Zabludovsky el día de la matanza de estudiantes en el 68 en Tlatelolco, cuando al iniciar su noticiero nocturno en cadena nacional dijo: “hoy fue un día soleado”. Las protestas, las descalificaciones, las manifestaciones de rechazo y hasta groserías y críticas a escasos minutos de su publicación, fueron unánimes contra la gobernadora, por lo que terminaron borrando y bajando la mencionada publicación, pero las redes de internet son implacables. Sin embargo, lo que con todo este escenario queda hoy de manifiesto es el papel de ineptitud de las autoridades, que no han podido o no han querido dar una respuesta clara y contundente respecto a este grave problema, así como la indolencia mostrada y la estupidez de quienes decidieron subirle esa publicación a la gobernadora, mientras la situación entre los familiares que protestaban en las instalaciones de los bares involucrados en las desapariciones era incendiaria, en sentido figurado y también literalmente. ¿Qué no habrá entre los colaboradores y asesores de la mandataria alguien con más de tres neuronas que le funcionen?... Uno al menos… A Kiko Vega por mucho menos que todo esto que hoy está pasando le tomaron el Centro Cívico, le paralizaron el gobierno y casi casi lo corren como gobernador en enero del 2017. La diferencia de entonces con lo que hoy sucede es que en ese año del 17 había mucha molestia por las medidas tomadas en contra de la población y había también un profundo sentimiento de hartazgo en contra de las autoridades. En cambio ahora lo que hay es un gran dolor, indignación y mucho coraje e impotencia por ver los atropellos que se cometen contra los ciudadanos y que no haya respuesta ni el mínimo apoyo de parte de las autoridades. Hay ahora desilusión y un profundo malestar ciudadano acumulado que vino a explotar por el asunto de las desapariciones de los jóvenes, y porque lo que ha quedado más que en claro, es que las autoridades en lugar de proteger a las víctimas y a sus familiares, a quienes realmente han protegido ha sido a los propios victimarios. Hoy la realidad se impuso y alcanzó y rebasó al gobierno, dejando ver como lo dice el cuento del escritor Hans Christian Andersen, que el rey va desnudo… En este caso la reina. El fantasma de Kiko Vega ronda por el Centro Cívico… ¡Aguas! Imagen: La Jornada