Industria automotriz requiere mayor integración

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En 1994, comenzó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Este tratado diversificó la economía de nuestro país, que era altamente dependiente del petróleo. Muy pronto, México se convirtió en un hub manufacturero: fabricación de automóviles, autopartes, electrodomésticos, equipos electrónicos, etc. América del Norte aprovechó los mejores costos de México para ser más competitiva como región. Sin embargo, el TLCAN no favoreció la integración nacional. Las pequeñas y medianas empresas mexicanas no pueden competir con sus pares de EU y Canadá, se han roto cadenas productivas y las transnacionales han optado por importar componentes. El TLCAN creó muchas fuentes de empleo y desarrollo en grandes áreas del país, especialmente en el norte y después de 2009, en el Bajío. Sin embargo, no creó negocios para los empresarios de las PYME en las regiones. Por ejemplo, El USMCA, que reemplazó al TLCAN, aumentó el contenido regional para vehículos ligeros y pesados, pero también introdujo reglas de contenido regional para autopartes y Tier 1. Esto está obligando a las transnacionales a buscar proveedores en México. En el evento de proveedores de automoción que organizó el CLAUT el pasado mes de junio, tuvimos más demanda de proveedores que oferta. Hay especialmente ciertos commodities que son demandados pero no hay suficientes proveedores en el país: forjas, inyección de aluminio, extrusiones, por ejemplo. Junto a la oportunidad que ofrece hoy el T-MEC para el crecimiento de la industria de suministros automotrices, se está dando el fenómeno del nearshoring, en el entendido de que hoy en día hay muchas empresas norteamericanas que están regresando producción desde Asia, especialmente China, a la región. . Una parte importante de esta oferta busca desarrollarse en México, y no solo es automotriz: otras industrias también están trayendo su oferta, entre ellas herramientas, juguetes, muebles y equipos eléctricos. El Banco Interamericano de Desarrollo ha calculado que México podría captar unos 35.000 millones de dólares en suministros gracias al nearshoring. Para abordar este problema, que también puede ser una gran oportunidad, el comité de desarrollo de proveedores del CLAUT ha conformado equipos de trabajo con los compradores de las empresas del clúster. La intención es aprovechar la actual base de proveedores en México y apoyar su crecimiento. La otra alternativa es atraer proveedores de Asia o Europa para atender los requerimientos de las transnacionales establecidas en México. Con estas sinergias esperamos poder fortalecer las cadenas automotrices en México, asegurando que el Tier 2 mexicano crezca y que los autos en Norteamérica por fin tengan mucho más contenido mexicano. Uno de los mayores desafíos que tenemos en el desarrollo de la base de proveedores nacionales es que la mayoría de ellos no cuentan con el apoyo financiero para captar el negocio que se les presenta. Muchas empresas Tier 2 mexicanas son negocios familiares que se han desarrollado en los últimos 25 años y son tan grandes como lo han sido con los mismos recursos que han generado. Sin embargo, la combinación del requisito automotriz debido al USMCA y la demanda que está generando el nearshoring requiere una respuesta más contundente por parte de los proveedores. Pero necesitan nuevas y mejores fuentes de financiamiento, ya que la respuesta de la banca comercial y de desarrollo en México también es inadecuada. El costo del dinero en México es caro, y con tasas de interés tan altas, el crecimiento vía financiamiento de estas fuentes es inviable. Otro elemento que requerimos es una política pública clara y decidida para aprovechar este momento de oportunidad, tanto a nivel nacional como subnacional. Respetando las reglas acordadas entre los tres países, existe la oportunidad de crear condiciones que favorezcan a los proveedores mexicanos, en especial a las pymes, para que puedan crecer con esta oportunidad. Puede haber apoyo para que cuenten con certificaciones automotrices, de consultoría especializada o de desarrollo tecnológico para que estén en el nivel necesario para soportar las demandas de las transnacionales. Sería de gran ayuda que se agilizaran los trámites aduaneros o la devolución del IVA, para que estas empresas puedan tener flujos de caja suficientes para su operación. También se requiere la incorporación de jóvenes talentos de nuestras universidades para terminar de apoyar el desarrollo de estas empresas. En estas áreas, podría haber una colaboración activa entre los grupos de la industria automotriz y los gobiernos, tanto estatales como federales. De esta manera, unidos crecemos. ****Director del Clúster Automotriz de Nuevo León