Informe: Derroche y culto a la personalidad, nomás faltó la alfombra roja

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Por Jimi Esquer Luciendo como toda una estrella de rock y en medio de un fastuoso escenario perfectamente montado con luces, escenografía y público rigurosamente seleccionado, así se presentó la gobernadora a la ceremonia de su primer informe al frente del gobierno de Baja California. Primero fue en la mañana del domingo 6 de noviembre cuando acudió a las instalaciones del congreso del estado a entregar personalmente el informe escrito, de conformidad como lo establece la ley. Y por la tarde de ese mismo domingo, el evento político en el salón Auka del CEART Mexicali, un espacio que resultó insuficiente para los invitados especiales, incluyendo a señoras de colonias populares mexicalenses, que según el titular de Desarrollo Social ahora pomposamente llamada Secretaría del Bienestar Netzahualcóyotl Jáuregui, fueron por su propio pie y por su propia voluntad. Al día siguiente, el lunes 7 la fiesta continuó en Rosarito, en el Centro Metropolitano de Convenciones Baja Center donde la fórmula fue la misma, pero corregida y aumentada; un escenario controlado en el que la única estrella fue la gobernadora, quien con micrófono conectado a la oreja cual si fuera influencer, se aventó un interminable soliloquio apoyada en toda la tecnología de información disponible, incluyendo el infaltable Telepronter, disimulado de tal manera que casi nadie lo notó. Este aparato -“Teleprompter” en inglés- es prácticamente lo mismo que se utiliza en los karaokes, esas pantallitas de televisión que van pasando las letras de las canciones para los cantantes improvisados y que hoy lo utilizan mucho los políticos para sus discursos en lugar de leer en hojas impresas, con el fin de verse como si estuvieran improvisando sus mensajes. En el Baja Center de Rosarito a la gobernadora se le veía radiante y feliz y habló, habló y habló, mencionando hasta el cansancio al presidente Andrés Manuel López Obrador una y otra vez, sin levantar ni la más mínima emoción y solamente uno que otro aplauso aislado, al grado que tuvo que pedir, casi exigirle a la audiencia, un aplauso para el señor presidente. También dijo que gracias a la cuarta transformación en Baja California ahora se vive mejor con gasolina barata, el aumento al salario mínimo y con la reducción de impuestos… la cuarta transformación ha beneficiado a Baja California y está beneficiando a todos en el país, enfatizó eufórica en su discurso. Igualmente ponderó como un gran logro la regularización de más de 150 mil autos chocolate y le volvió a echar flores al presidente repitiendo la frase de la cual López Obrador igual ha abusado hasta el cansancio: “amor con amor se paga”. Así se paseó la mandataria estatal de lado a lado y por toda la plataforma del Baja Center, hablando, hablando y hablando de todo tipo de temas y enlazándolos uno con otro, como se dice “echando puro rollo”, ataviada con un entallado traje oscuro con blusa del color oficial, es decir, el vino tinto, o color “sangre seca” como lo dicen algunos críticos, tonalidad que como en los tiempos del viejo PRI, hoy es el sello que inunda todo tipo de espacios y todo lo habido y por haber. En el salón Auka un día antes, había manifestado que su compromiso con los maestros era pagarles todos los adeudos pendientes, a pesar de que no era culpa suya ni de su gobierno, sino de las administraciones anteriores, pero que lo iba a cumplir hasta el último centavo. Al día siguiente, el lunes 7 de noviembre, como que el magisterio organizado no lo creyó pues hubo suspensión y paro general de labores en protesta por el incumplimiento de las promesas de parte del gobierno. Respecto a su administración, la mandataria dijo que en un año se ha invertido más en obra pública que en los cinco años anteriores, llevándose de corbata los dos años de Jaime Bonilla y los tres últimos de Francisco Vega. A este respecto criticó duramente el abandono en el que a su juicio incurrieron los gobiernos anteriores, pues dijo que no habían hecho nada en materia de obra pública. Y la temeraria afirmación de la gobernadora la hizo primero en Mexicali – repitiéndola después en Rosarito- durante el evento desarrollado en la moderna sala de conciertos Auka, sin reparar que esa obra justamente fue construida en gobiernos anteriores, particularmente en el gobierno de Francisco Vega de Lamadrid. Este salón está ubicado en las instalaciones del CEART, -Centro Estatal de las Artes- una de las muchas obras emblemáticas construidas durante la administración del gobernador Eugenio Elorduy Walter. Y precisamente las instalaciones del CEART están ubicadas por el boulevard Río Nuevo, una importante vialidad construida por el gobernador Héctor Terán Terán, el inolvidable “caballero de la política”, mote de reconocimiento que se ganó a pulso por el fino y respetuoso trato que tuvo siempre con todos. A Don Héctor, como le decían, nunca se le escuchó criticar o cuestionar en lo más mínimo a ningún político de oposición y ni siquiera a los de su propio partido. Sería de mucha utilidad para la novel gobernadora tomar aunque fuera un poquito de esa filosofía, pues la tarea de gobernar conlleva un gran liderazgo y una enorme responsabilidad, en virtud de que representa el más alto honor al que pueda aspirar un ser humano, puesto que en muchos sentidos quien gobierna es responsable de la vida de millones de personas. La misma referencia aplica para la monumental obra del Centro Metropolitano de Convenciones de Rosarito, donde igual se llevó a cabo la segunda parte del evento del informe; una magna obra construida durante la administración del gobernador José Guadalupe Osuna Millán. Al parecer a la joven gobernadora o le informaron mal sus asesores o de plano no se enteró, pero cometió un tremendo resbalón con eso de que los gobiernos anteriores “no hicieron nada”. Baja California se ha construido a lo largo de todos los años que tiene de existencia, gracias al esfuerzo de generaciones enteras de hombres y mujeres que entregaron toda una vida de trabajo y dedicación para convertirla en un estado de progreso y desarrollo, venciendo todo tipo de adversidades. Y todos los gobernantes que ha tenido Baja California, más allá de sus aciertos y errores y cada uno en el tiempo y en la circunstancia política que le tocó vivir, hicieron su parte contribuyendo de igual manera en la construcción y en el engrandecimiento del estado. MARINA HASTA EN LA SOPA Mientras tanto, la publicidad, la propaganda y el derroche de recursos con lonas, imágenes, spots televisivos, planas pagadas en los periódicos, publicidad en redes sociales y carteleras de la gobernadora están por doquier, se advierten de manera exagerada y hasta grotesca por todo el estado, tanto en bardas, postes, paredes y casas como en edificios y hasta en la sopa, tal y como si anduviera en plena campaña y no en un acto de transparencia y de rendición de cuentas, como lo mandata la Constitución y como se supone debe ser un informe de gobierno. Precisamente en las redes sociales, la joven mandataria recibió fuertes señalamientos y duras críticas de los internautas al momento de la transmisión en vivo del evento en Rosarito. Una crítica durísima fue la que hizo Lupita Mora, quien fuera alcaldesa de Mexicali, precisamente la que sucedió a Marina cuando pidió licencia el 7 de marzo del 2021 para contender por la gubernatura, quien publicó en Facebook un fuerte comentario alusivo a lo dicho por la gobernadora en la transmisión del informe: “…está de dar risa… ay Marina, repites y repites las palabras de otros y no te quedan (menos las de Amlo, no te comparas) de plano sé original, aunque seas muy simple, sé tú…estás viendo que hacen los otros para imitarlos o replicar sus dichos…y repito: No te queda…” Y más adelante, la ex alcaldesa sustituta de Mexicali Lupita Mora continuó con su crítica ácida: “…eso de despilfarrar el dinero de los ciudadanos en el culto que tú tienes de tu personalidad, es patológico”… Y así por el estilo los múltiples comentarios respecto al mensaje del primer informe, la mayoría sumamente fuertes y críticos contra la joven mandataria. En el evento de Rosarito la gobernadora no paró de hacer corazones con las manos, -al igual que lo hizo con los diputados cuando acudió al congreso- y repitió básicamente lo mismo que dijo en el acto de Mexicali un día anterior, pero ya para finalizar su pasarela remató con una expresión que ya es clásica: “no vamos a bajar el ritmo de trabajo…y vamos a seguir con el corazón por delante”. Y con sobrada autosuficiencia, dijo también sin el menor empacho: “…no por nada estamos en los primeros lugares en todas las encuestas del país”. Igualmente llamaron mucho la atención las expresiones que tuvo respecto al problema de adeudos con los maestros cuando señaló que su gobierno no sería rehén de nadie y que procederían a pagar los adeudos pendientes al magisterio “por convicción no por amenazas”. De la misma manera dos frases que parecen encabezados a ocho columnas: “No me quitan el sueño los problemas, ni los cargos, ni la ambición al poder”… “…le voy a entregar al próximo gobernador o gobernadora un mucho mejor estado del que yo recibí”. Apenas cumple un año en el cargo… ¿qué también de este irá a pedir licencia antes de concluirlo?… En fin. El informe que no lo fue, seguirá dando mucho que decir y de que hablar y analizar, aunque por lo menos la gobernadora tuvo un pequeñísimo destello de ligera autocrítica, cuando reconoció que en Baja California es mucho lo que aún falta por hacer… Pues sí…de librito.