Garantizar que todas las personas tengan acceso a la atención sanitaria es fundamental para acabar con la pobreza, aumentar la productividad y construir economías sólidas. Cuando existen sistemas de salud sólidos, los bebés sobreviven y crecen para prosperar, las niñas y los niños tienen la oportunidad de desarrollar habilidades y encontrar buenos empleos, y los padres pueden seguir trabajando y vivir bien hasta una edad avanzada en comunidades que apoyan el envejecimiento saludable. El sector salud es clave para la creación de empleo El sector de la salud también contribuye en gran medida al empleo: los empleos en el sector de la salud representan hasta el 20 por ciento del empleo total en los países de altos ingresos, pero solo alrededor del cinco o seis por ciento en el África subsahariana y el sur de Asia. El sector de la salud ofrece empleo estable y oportunidades de capacitación, especialmente para las mujeres, que representan más del 70% de la fuerza laboral de salud , pero ocupan solo el 25% de los puestos de mayor responsabilidad. Invertir en salud también crea oportunidades de empleo indirectas en los sectores farmacéutico, biotecnológico, de tecnología médica, de salud digital y de servicios de apoyo. Como motor económico importante que genera empleo y fomenta el crecimiento inclusivo, el sector de la salud requiere inversiones adecuadas para producir altos rendimientos en productividad y resultados sanitarios importantes. Sin embargo, las megatendencias mundiales están afectando significativamente el acceso a servicios de salud asequibles y de calidad para todos. Los sistemas de salud de todo el mundo se enfrentan a una presión sin precedentes. A pesar del aumento de las necesidades sanitarias, las inversiones y la ayuda al desarrollo en salud están disminuyendo. El riesgo de pandemia está aumentando, la resistencia a los antimicrobianos se está extendiendo y las enfermedades crónicas están aumentando. El cambio climático y la fragilidad están multiplicando los riesgos para la salud y el bienestar. Y las poblaciones están envejeciendo. Estas situaciones están sometiendo a una enorme presión a los sistemas de salud de todo el mundo. Hoy en día, casi la mitad de la población mundial no tiene acceso a servicios de salud esenciales y más de 2.000 millones de personas enfrentan graves dificultades económicas porque pagan gastos médicos de su bolsillo. El Grupo Banco Mundial impulsa soluciones para construir sistemas de salud más sólidos y equitativos. Mediante el financiamiento, el intercambio de conocimientos y las alianzas, nos comprometemos a fortalecer los sistemas de salud e impulsar la creación de empleo en el sector. El Banco está apoyando a países de todo el mundo para brindar servicios de salud asequibles y de calidad a 1.500 millones de personas para 2030 , un hito que impulsará el desarrollo económico a nivel mundial. En Malí , muchas personas, especialmente en zonas remotas, tienen dificultades para acceder a la atención médica debido a los altos costos y las largas distancias. Una encuesta reveló que más de la mitad de la población no podía costear la atención médica, con tasas aún más altas entre los más pobres. Esto dificultaba que los grupos vulnerables accedieran a los servicios de salud que necesitaban. En colaboración con el Mecanismo Mundial de Financiamiento y los Países Bajos, el Banco Mundial contribuyó a que la atención médica fuera más asequible y accesible. Los centros de salud recibieron fondos en función de su desempeño, lo que contribuyó a mejorar la calidad de la atención, contratar más personal y proporcionar mejor equipo.