Jueces acusados de liberar a delincuentes

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La justicia en México tiene muchas directrices que para muchos de los ciudadanos, en muchas ocasiones, nos parece que la actuación de los jueces y las juezas (término correcto) no ha ejercido justicia, sobre todo cuando el señalado de un crimen ha afectado a toda una o varias familias. El presidente Andrés Manuel López Obrador desde el inicio de su gestión ha despotricado contra los jueces y magistrados de la Corte, los acusa continuamente, de dejar en libertad a delincuentes, siempre y cuando no sean allegados a él y hayan pertenecido a la mafia del poder o conservadores. No soy abogado ni pretendo dar una cátedra de justicia, soy periodista y a veces escucho y leo palabras de desilusión de alguna víctima o familiar de una víctima al escuchar la sentencia que le dictan al imputado, sobre todo cuando dictan auto de libertad o una sentencia de pocos años por un crimen. En Veracruz, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez mencionó a la jueza Angélica Sánchez Hernández, en relación con la liberación de Itiel Palacios, conocido como “El Compa Playa”, presunto líder de CJNG en la zona entre Veracruz y Oaxaca. Cuando la detuvieron en Veracruz el 5 de junio, la jueza denuncio que fue víctima de actos de tortura y se le obligó a disparar un arma de fuego. El 13 de junio el propio López Obrador dijo en su mañanera, al respecto, que los jueces presuntamente favorecen a delincuentes. La mañana del viernes d16 de junio es detenida Angélica Sánchez por elementos de la Guardia Nacional en un hotel de la Ciudad de México tras haber estado, un día antes, en el Senado de la República y ese día iría a entrevistarse con la ministra presidenta de la SCJN, Norma Lucía Piña Hernández. El miércoles se le vinculó a proceso por su presunta responsabilidad en los delitos contra la fe pública y tráfico de influencias. Repito se le acusa de haber pretendido liberar a Itel N quien era señalado de tres crímenes entre ellos, dicen, el del diputado local priista, Juan Carlos Molina. Pocas veces vemos este tipo de historias que por su actuar un juez o una jueza es llevada a tribunales y verse de frente de un juez que resolverá si es inocente o culpable de lo que lo o la acusan. Me viene a la mente el famoso “Culiacanazo” del 17 de octubre de 2019, en una acción que dirigió el entonces secretario de Seguridad Ciudadana, Alfonso Durazo (hoy gobernador de Sonora) en el que detuvieron a Ovidio Guzmán que era solicitado por Estados Unidos, Durazo dijo que el operativo fallido había sido “una acción precipitda”, pero no fue así, lo habían planeado con una semana de anticipación, por lo que dijo que fue “tropiezo táctico”, como todo lo que hizo como secretario de Seguridad Ciudadana, puro tropiezo. Sí, detuvieron a Ovidio Guzmán, pero tras la detención se vino una refriega de todo el ejército del crimen organizado en Culiacán, con amenazas de matar a la población inocente si no soltaban a Ovidio. El 19 de junio de 2020 el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador dijo que él había tomado la decisión de liberarlo: “Yo ordené que se detuviera ese operativo y que se dejara en libertad a este presunto delincuente”. Y agregó “para no poner en riesgo a la población, para que no se afectara a civiles porque iban a perder la vida más de 200 personas inocentes en Culiacán”. Después, ya sin el señor Alfonso Durazo, si se planeó bien la detención de Ovidio, aunque hubo gran número de muertos, incluidos los marinos que murieron en el accidente del helicóptero. López Obrador si liberó a un delincuente. Imagen: Cultura Colectiva.