La caída del sistema en 1988, cuando el pasado revive

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Los recientes apagones en 17 estados de la República Mexicana se dieron en medio de fuertes temores sobre un fraude electoral al estilo de los viejos tiempos setenteros. Quizá muchos no lo recuerden o peor, aún no lo sepan, pero en las elecciones de 1988 se gestó el mayor fraude electoral de la era moderna en México para una elección presidencial. ¿Qué pasó? Durante las elecciones presidenciales de 1988, el sistema de cómputo que se utilizó para la contabilidad de los votos sufrió un problema. Las elecciones eran organizadas por la Secretaría de Gobernación, por lo que era un órgano dependiente del estado el encargado del proceso a diferencia de ahora, que es el Instituto Nacional Electoral, el cual sería creado años después con autonomía para evitar injerencias del gobierno en el proceso. Encargada de esto, estaba la Comisión Federal Electoral encabezada por el entonces secretario de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz, hoy encargado de la CFE. En la contienda se enfrentaban Carlos Salinas de Gortari por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Manuel J. Clouthier por el Partido Acción Nacional (PAN), Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en el Frente Democrático Nacional (FDN), coalición de centroizquierda, y Rosario Ibarra de la Piedra por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). La votación se llevó a cabo el 6 de julio y contó con la participación del 50.4% de la población. Los resultados debían ser presentados durante las 19:00 horas del mismo día. Pero esto no pasó. Durante la tarde de ese día, uno de los comisionados encargados del proceso dio a conocer que hubo un error técnico en el sistema de contabilidad de los sufragios y que se estaba trabajando con la Secretaría Técnica para corregirlo. Pero los resultados no llegaron hasta una semana después. Los candidatos oponentes al PRI se manifestaron en contra de la Comisión, alegando fraude por la falla técnica a pesar de que en el sistema se habían invertido cerca de 17 millones de dólares. Ese mismo día se presentaron en las oficinas para tener acceso al cómputo. Después se dirigieron a la Secretaría de Gobernación para denunciar la falta de acceso. Restaurado el sistema, los porcentajes favorecieron al candidato del Partido Revolucionario Institucional, Carlos Salinas de Gortari, con un 51.7% de los sufragios, en ese entonces el porcentaje más bajo de la historia del PRI. A este le seguía Cárdenas con el 31.12%, por lo que se cree, le robaron el triunfo. Bartlett Díaz, desde entonces, se ha visto en el centro de la discusión por su señalada responsabilidad en el fallo del sistema al estar a cargo de la Comisión Federal Electoral. Tras ser nombrado para presidir la Comisión Federal de Electricidad por el actual presidente Andrés Manuel López Obrador resurgió la controversia que lo ha seguido durante toda su carrera. Tiempo después Bartlett declaró durante una comparecencia ante las comisiones de Energía e Infraestructura en la Cámara de Diputados, que la caída del sistema fue ocasionado por un “amasiato” entre Salinas de Gortari y el PAN. En entrevista Gibrán Ramírez de Canal 11, declaró que Salinas había pactado con los verdaderos jefes del PAN y que Diego Fernández de Cevallos quemó los paquetes electorales debido a que Cárdenas iba ganando en la elección “y ahí fue cuando se hizo este amasiato entre el PAN y Salinas”, aseguró Bartlett. Sea como fuere, Bartlett tiene el estigma de todos los movimientos sucios de la vieja guardia priista y su participación con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha generado todo tipo de temores con una “nueva caída del sistema”, ahora desde la CFE. Veremos