El estudio “La (otra) mafia del poder: Corrupción y desigualdad en México” demostró con datos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que sólo el 14% de los 492 mil millones de pesos no comprobados desde el 2000, están relacionados con gasto en infraestructura, frente al gasto social, el cual representa el 53 por ciento. Es decir, el análisis hecho a 18 mil 617 acciones de auditoría hechas entre el 2000 y 2018 por Viridiana Ríos, analista política y doctora en gobierno por la Universidad de Harvard, pondera que contrario a lo que ha sido expuesto y visible durante los últimos años en obras de infraestructura, la corrupción, le cuesta más a las personas en pobreza pues existen muchas más irregularidades en programas sociales como: educación y salud. “Son justo los programas sociales los que tienen mayor capacidad de reducir la desigualdad. Un ejemplo de ello es que estos 492 mil millones de pesos perdidos serían suficientes para sacar de la pobreza extrema a todas las personas de México durante un año”, indicó Diego Vázquez, gerente de investigación en Oxfam México. “La otra mafia del poder son las personas dentro del gobierno o vinculadas a él, que deben ejercer el presupuesto público en los estados y en los municipios, pero en vez de destinarlo a escuelas, hospitales, medicinas o becas; se lo quedan. Hablamos de los caciques locales o el funcionariado público que contrata a su gente cercana”, explicó. De los 492 mil millones de pesos no comprobados los malos manejos se concentran en: • Programas y partidas que tienen mayor potencial de mejorar la distribución del ingreso: $132 mil millones de pesos perdidos (28% que deberían ser destinados a educación y 52% en salud) cantidad equivalente a todos los recursos que tuvo el gobierno del estado de Oaxaca durante el 2017. • Municipios con mayor pobreza: $4.1 mil millones de pesos, hay 94 municipios que han perdido más del 90% de los recursos que les han auditado, 51 de ellos pertenecen a los cinco estados más pobres del país: Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Puebla. • Gastos relacionados con desarrollo social: $263 mil millones de pesos perdidos, cantidad suficiente para igualar 1.7 veces el presupuesto del programa Construyendo el Futuro en 2019. • En materia de salud, no se ha podido comprobar el uso de $46 mil millones de pesos transferidos a entidades federativas. Esta cantidad de dinero bastaría para construir un Hospital Regional de Alta Especialidad en cada estado del país. • Se han perdido $105 mil millones de pesos en educación, es decir, casi la tercera parte de todo el presupuesto asignado a Educación Pública en 2019. • Las irregularidades en salud suman 7 veces los recursos destinados a la prevención y control de enfermedades. Al mitigar la impunidad de las altas esferas del estado se podría combatir la corrupción, el nepotismo, la negligencia y las violaciones a la normatividad. Esto mejoraría la implementación de los programas y partidas que atienden a las personas más pobres y permitiría vigilar mejor los recursos que se transfieren a los estados y municipios. Con reglas claras para administrar el gasto social, se eliminaría trato desigual que el país ha vivido durante los últimos años, pues como “La (otra) mafia del poder: Corrupción y desigualdad en México”, ha evidenciado, hay una mayor transparencia en las áreas del gobierno que atienden a las clases medias y altas. “La (otra) mafia del poder: Corrupción y desigualdad en México” hace un llamado a la lucha anticorrupción y a la necesidad de fortalecer el Estado para garantizar la rendición de cuentas de las autoridades encargadas del gasto social.