La crisis en el Hospital Infantil de México

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¿Cómo es posible que un niño tenga que esperar meses para una cirugía que podría salvarle la vida? El Hospital Infantil de México vuelve a estar en crisis… y las niñas y los niños son quienes pagan las consecuencias. Mientras Brandon lucha por respirar debido a tumores en la garganta, su cirugía fue cancelada por falta de insumos. Y no es un caso aislado: médicos del propio hospital denuncian escasez de anestesia, suturas, guantes, jeringas, material quirúrgico y hasta alcohol gel. Todo esto en un instituto que depende directamente de la Secretaria de Salud. Las cirugías se posponen, los padres esperan respuestas que nunca llegan y la vida de los pequeños queda en riesgo por una negligencia que es estructural, no aislada. No es austeridad. No es eficiencia. Es abandono. México merece un sistema que cuide la vida de sus niñas y niños, no uno que los obligue a viajar desde Oaxaca a la CDMX con la esperanza de que ahora sí haya material para operarlos. La salud infantil NO puede esperar.