La desinflación se estanca a medida que la inflación subyacente se modera aún más

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La inflación en Estados Unidos se mantuvo estable en septiembre, ya que el Índice de Precios al Consumidor para todos los consumidores urbanos (IPC-U) aumentó un 3,7 por ciento en comparación con el mismo mes del año pasado. La cifra no ha cambiado desde agosto y está ligeramente por encima de las expectativas de los economistas, que habían pronosticado un aumento anual del 3,6 por ciento. En comparación con el mes anterior, los precios al consumo aumentaron un 0,4 por ciento, lo que marca una mejora con respecto al aumento del 0,6 por ciento observado en agosto. Mientras tanto, la inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, continuó su tendencia a la baja, cayendo al 4,1 por ciento en septiembre, la tasa más baja desde septiembre de 2021. Según la Oficina de Estadísticas Laborales, el costo de la vivienda sigue siendo un importante factor de inflación. Los alquileres y los alquileres equivalentes de las residencias de los propietarios aumentaron un 7,4 y un 7,1 por ciento año tras año en septiembre, respectivamente, mientras el índice de vivienda subió por 41º mes consecutivo. De hecho, excluyendo la vivienda, la inflación habría sido sólo del 2,0 por ciento el mes pasado, cayendo aún más al 1,6 por ciento si se excluyen los alimentos y la vivienda. En la primavera de 2021, cuando la inflación despegó, las altas cifras podrían explicarse en gran medida por el llamado efecto base, ya que los precios habían caído bruscamente al inicio de la pandemia un año antes, cuando la demanda de muchos bienes y servicios había disminuido. De repente se secó. Debido a esa caída inicial en los precios al consumidor, las comparaciones año tras año fueron exageradas por un tiempo, pero hacia finales de 2021 la inflación se convirtió en una preocupación real, que se convirtió en una crisis global cuando Rusia atacó a Ucrania, lo que provocó un aumento de los precios de los alimentos y la energía. Ahora que el conflicto en Ucrania se ha prolongado durante más de un año, los niveles de precios se miden en comparación con precios ya elevados, lo que explica en parte la pronunciada caída de la inflación a principios de este año. A la luz de la fortaleza del mercado laboral, el robusto gasto de los consumidores y los altos precios de la vivienda, cualquier reducción adicional de la inflación podría resultar más difícil de lograr, como parecen indicar las últimas tres lecturas. En términos de la posibilidad de otra subida de tipos este año, la última lectura del IPC no mueve la aguja demasiado en ninguna dirección. Si bien la falta de avances significativos podría indicar un mayor ajuste, las caídas de la inflación mes a mes y de la inflación subyacente podrían ser suficientes para mantener firme la postura de la Reserva Federal.