La economía en la era Biden

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Durante la presidencia de Joe Biden la economía de Estados Unidos mostró un crecimiento acumulado (hasta el tercer trimestre del 2024) de 10.7%. De seguir con esta tendencia en el cuarto trimestre, sería el mayor crecimiento desde el segundo periodo de George Bush (2005 al 2008). Además, el crecimiento promedio por año durante el mandato de Biden fue de 3.56% (asumiendo que en 2024 crece 2.8%), el mayor desde el segundo mandato de Bill Clinton. Sin embargo, el alto crecimiento se debió primero a un efecto rebote tras la pandemia y después al crecimiento del gasto público. Durante la administración de Biden, la economía vivió en una continua política fiscal expansiva con un alto endeudamiento público. Esto se vio reflejado especialmente en el mercado laboral, puesto que en 2023 el sector público realizó la mayor contratación de personal (709 mil puestos de trabajo) desde 1966. En el periodo presidencial de Joe Biden, el gobierno ejerció un gasto total de 25.98 billones de dólares (años fiscales del 2021 al 2024), máximo en registro para cualquier periodo presidencial, mostrando un incremento de 36.11%, el mayor incremento desde el primer periodo de Ronald Reagan de 1981 a 1984, cuando el gasto público subió 56.31%. De hecho, el mandato de Biden cierra con deuda y déficit en niveles históricamente altos. Este alto gasto público financiado por deuda, acompañado de una alta tasa de interés, llevó a que el gasto en intereses aumentara considerablemente. En el año fiscal 2022, el gasto por intereses fue de 475.12 mil millones, creciendo 34.9%. Para el 2023, el crecimiento fue 38.7% (el crecimiento más alto en registro) y en el año fiscal terminado en 2024, el crecimiento fue 33.7%. Con esto, el gasto en intereses alcanzó un total de 881.65 mil millones de dólares en el año fiscal 2024, lo que representa el 13.1% del gasto total, el porcentaje más alto desde 1999. Al interior, el gasto público en intereses en 2024 creció 155.8%, el mayor crecimiento en registro. Durante la administración de Biden, la inflación alcanzó un máximo de 9.06% en junio del 2022, no vista desde noviembre de 1981 debido a: 1) ajuste post pandemia pues las personas dieron prioridad al consumo en servicios, 2) aumento sostenido en el gasto público, 3) efectos en precios de las materias primas por el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania y 4) distorsiones en cadenas de suministro por la política de cero covid de China. Por lo anterior, la Reserva Federal implementó una agresiva política monetaria restrictiva, al subir la tasa de interés en un total de 525 puntos base en 17 meses. Debido a la alta tasa de interés y a una regulación deficiente de la banca, en marzo del 2023 se dio un desorden bancario que obligó a la Reserva Federal a otorgar préstamos de emergencia a los bancos, a la par que el gobierno de Estados Unidos, junto con la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) comenzaron a asegurar los depósitos de los bancos declarados en bancarrota, con un costo de 22,500 millones de dólares. Por su parte, la Reserva Federal respaldó a los bancos a través de la ventana de descuento con préstamos de emergencia, además de lanzar el Programa de Financiación Bancaria a Plazo (BTFP por sus siglas en inglés) que permitió a los bancos acceder a préstamos a un año, garantizados por títulos de deuda pública reconocidos a su valor nominal. El desorden bancario fue el reto económico más grande al que se enfrentó la administración de Joe Biden. En cuanto al comercio internacional, Estados Unidos siguió la guerra comercial con China, lo que dio oportunidad de aumento de participación comercial a otros países, con lo que México se convirtió en el principal proveedor de importaciones de Estados Unidos. ******Directora de Análisis Económico en Grupo Financiero BASE Sígueme en Twitter: @GabySillerP gsiller@bancobase.com