Las elecciones de medio término de 2025 en Estados Unidos se celebran en un contexto de desaceleración económica, alta polarización política y desafíos fiscales. A nivel estatal, los resultados podrían redefinir prioridades económicas locales, especialmente en estados clave como Virginia, Nueva Jersey, Nueva York y Florida. Las elecciones de medio término de este 4 de noviembre de 2025 se desarrollan en un clima de expectativa política y económica. Aunque no hay elecciones presidenciales este año, se disputan cargos cruciales como gobernaciones, alcaldías y legislaturas estatales en estados como Virginia, Nueva Jersey y Nueva York, que podrían alterar el equilibrio de poder nacional. Desde la victoria de Donald Trump en 2024, su administración ha impulsado políticas fiscales expansivas, recortes de impuestos y medidas comerciales proteccionistas. Esto ha generado un aumento del déficit público y presiones inflacionarias, mientras la Reserva Federal mantiene tasas de interés elevadas para contener la inflación. La economía estadounidense en 2025 muestra signos de desaceleración. El crecimiento del PIB es moderado, con un crecimiento del 1.5%, frente al 2.1% de 2024. La inflación se mantiene por encima del 3%, afectando el poder adquisitivo. El desempleo ha repuntado ligeramente, situándose en torno al 4.2%, con variaciones significativas entre estados. El déficit federal supera el 6% del PIB, impulsado por recortes tributarios y aumento del gasto militar y en infraestructura. Este entorno económico influye directamente en las elecciones estatales, donde los votantes evalúan el impacto de las políticas nacionales en sus economías locales. Estados demócratas como California, Massachusetts y Nueva York tienden a mantener políticas fiscales progresivas, con énfasis en gasto social, educación y transición energética. Estados republicanos como Texas, Florida y Tennessee promueven recortes de impuestos, desregulación y atracción de empresas mediante incentivos. Esta divergencia genera una competencia fiscal entre estados, donde los votantes evalúan qué modelo ofrece mayor estabilidad y crecimiento. Las elecciones de medio término no solo definen el rumbo político local, sino que también influyen en la economía nacional. Los resultados podrían reforzar o frenar la agenda económica del presidente Trump, especialmente si los demócratas ganan terreno en legislaturas estatales. Los estados con gobiernos alineados con la Casa Blanca podrían recibir más fondos federales para infraestructura y defensa, dependiendo de los resultados de las elecciones. **** Profesor Investigador en Economía Internacional en El Colef. Distinguido miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores. Ha sido también profesor en la Universidad Iberoamericana, CISE, “fellow” y “guest scholar” en UCSD y profesor visitante en UC Irvine.