¿La exageración destruirá la economía de la experiencia?

foto-resumen

Llamando a todos los entusiastas de eventos y experiencias. Todos hemos visto esto: un video se vuelve viral en las redes sociales y, de repente, una reunión que de otro modo sería pintoresca se convierte en un espectáculo caótico. Los últimos rumores sugieren que el sueño de todo organizador de eventos, que su evento se vuelva viral, podría estar convirtiéndose en una pesadilla. Analicemos este curioso enigma y exploremos por qué el futuro de los acontecimientos auténticos podría estar en riesgo. Dé un paseo por las festivas calles de Londres y es posible que encuentre las secuelas de un evento de villancicos en Columbia Road. Un vídeo de TikTok provocó un frenesí en las redes sociales y atrajo a la friolera de 7.000 juerguistas, diez veces la asistencia habitual. El ayuntamiento presionó el botón del pánico, calificó el evento como “un peligro para la seguridad pública” y posteriormente canceló futuros servicios de villancicos. Incluso el histórico mercado navideño de Lincoln se enfrentó a la crisis de cara a 2023, gracias a las preocupaciones de hacinamiento, después de atraer a 320.000 visitantes en 2022, muy por encima de su límite de 250.000 personas. Pero un momento, este no es sólo un problema del Reino Unido y se extiende más allá del ámbito de la alegría festiva. En Perth, un encuentro inocente organizado por la creadora de TikTok Anna Paul se volvió caótico cuando los fanáticos salieron en estampida al área, lo que provocó emergencias médicas y la abrupta cancelación del evento en 14 minutos. Mientras tanto, en Kentucky, un evento de adoración cristiana enfrentó dispersión después de atraer a miles de personas influenciadas por los rumores de las redes sociales en febrero. ¿Así que cuál es el problema? Bueno, parece que la desventaja del hype no se limita a unas cuantas sesiones de villancicos canceladas. Estamos viendo un problema mayor: la posible desaparición de experiencias auténticas debido a la sobrepoblación inducida por las redes sociales. En un mundo donde el capital social a menudo surge de experiencias más que de posesiones, el atractivo de los recuerdos únicos puede desvanecerse si la tendencia continúa. ¿La solución? Recomendamos que las marcas y los organizadores de eventos consideren alejarse de las exageraciones de las redes sociales y, en su lugar, adopten la exposición orgánica y el buen boca a boca. Imagine eventos donde la intimidad y la autenticidad toman protagonismo, libres del caos de lugares abarrotados. Las alternativas virtuales a las experiencias en persona también podrían convertirse en un elemento básico, ofreciendo una manera de mitigar los peligros del hacinamiento. Pero aquí hay un giro interesante: no se trata sólo de las multitudes físicas; se trata de las multitudes percibidas en las imágenes. Un estudio reciente revela que la presencia de otras personas en fotografías de destinos de viaje puede disminuir la preferencia de la gente por el lugar. Especialmente para experiencias estrechamente ligadas a la identidad propia, como vacaciones o bodas únicas en la vida, las marcas harían bien en dejar que el lugar hable por sí mismo. Deje espacio para que divague la imaginación de los consumidores, libres de la visión potencialmente desagradable de hordas de personas. Entonces, ¿cuál es la conclusión aquí? A medida que navegamos por el panorama cambiante de la planificación y el marketing de eventos, parece crucial lograr un equilibrio entre el atractivo de las redes sociales y el deseo de experiencias auténticas e íntimas. Quizás sea hora de repensarlo: menos publicidad viral, más conexión genuina. Después de todo, la magia de los eventos radica en los momentos que creamos, no solo en la cantidad de clics que obtienen. ***Editor de tendencias del consumidor en Foresight Factory. (Foresightfactory)