Caminar por calles de cualquier ciudad o pueblo de México implica un riesgo de seguridad, desde que sufras un asalto o te asesinen. Y qué podemos decir de nuestras carreteras en las que secuestran a autobuses con los choferes y pasajeros, sobre todo si son migrantes. El terror que se vive por cientos de ciudadanos que se ven envueltos en enfrentamientos entre militares, Guardia Nacional o policías estatales y municipales en calles. El presidente Andrés Manuel López Obrador pidió al Congreso de la Unión, diputados y senadores, lo apoyaran para la formación de la Guardia Nacional y lo apoyaron, se ha formado con elementos tanto del ejército y fuerza aérea como de la marina armada. Los vemos en las calles o en eventos criminales que llegan, casi siempre, después de ocurridos, sólo que hayan sido parte de este enfrentamiento están ahí antes. La Guardia Nacional, según López Obrador es una fuerza que está para apoyar en acciones de seguridad en el país, pero la realidad supera al sueño lopez-obradorista para pacificar a México. En Baja California, la gobernadora Marina del Pilar Ávila de cuando en cuando anuncia la llegada de elementos de la Guardia Nacional, por cierto esta semana volvió a anunciar más apoyo federal para pacificar a Tijuana, pero no pasa nada, su presencia en las ciudades del estado o en zonas rurales no inhibe a los criminales. “Abrazos y no balazos” no ha funcionado en el país, esto no implica que se inicie una cacería de delincuentes hasta exterminarlos, no, pero si detenerlos y enviarlos a prisión, pero como dijo López Obrador que también a ellos los iba a cuidar, pues han crecido. En Tijuana se han registrado un sinnúmero de feminicidios, la gobernadora dijo un día “si tocan a una nos tocan a todas”, creo que ella incluida, pero no vemos un reacción. Inclusive se supone que existe un Instituto Estatal de la Mujer y no he leído pronunciamiento alguno sobre estos homicidios violentos. Y el Poder Judicial del Estado y su “Justicia Pronta y Expedita” no sentencia a tantos homicidas. El año que viene nos pedirán el voto y los harán promesas fantásticas y que tendremos un servicio de salud igual a Dinamarca,que habrá paz en el país, que podrás circular por todas las carreteras del país con seguridad absoluta, no te asaltarán y te secuestrarán, que habrá escuelas de tiempo completo, etc., etc., pero ya los mexicanos no queremos más promesas de políticos de cualquier color, acciones efectivas, reales, posibles y no sueños guajiros que jamás se realizan. Este viernes leía un artículo en el Semanario Zeta digital en el que el General de División DEM en retiro, Alfonso Duarte Múgica expresó su intención de ser gobernador de su estado natal, Morelos en las elecciones del 2024. El General Duarte Mújica fue Comandante de la Segunda Zona Militar con sede en Tijuana y después Comandante de la Segunda Región Militar con influencia en Sonora,Baja California y Baja California Sur. Cuando él fue comandante tanto de la II Zona Militar, como la II Región Militar fueron bajando los crímenes en Tijuana, inclusive tenían una propaganda que decía “llámenos, nosotros si vamos” para que la gente denunciara actos delictivos o delincuentes. Ahora que han llegado y siguen llegando elementos de las fuerzas armadas y la Guardia Nacional pareciera que vinieron pasearse, porque, a pesar de su presencia no baja la criminalidad. La militarización de AMLO no ha pacificado al país.