¿Tiene razón el presidente cuando dice que “la oposición está moralmente derrotada”? Tiene razón en gran parte. ¿Qué ha hecho la oposición a lo largo de su mandato? En los últimos cinco años, los líderes del PRI, PAN, PRD y MC, lo único que han hecho es llevar agua a su molino y recibir prerrogativas. Su principal preocupación ha sido repartirse las candidaturas de lista entre ellos, sus familiares y amigos. Alito, Dante o Marko Cortés NO están moralmente derrotados, porque no conocen la moral, son amorales políticos, para ellos, la moral, “es un árbol que da moras”. EN QUE TIENE RAZÓN EL PRESIDENTE: A pesar del desastre provocado por su desgobierno en materia de seguridad, salud y educación, “la oposición”, no ha logrado articular un discurso que convenza a los ciudadanos. Por inmorales, los gobiernos del PAN y el PRI se ganaron a pulso el repudio popular. La gente en las calles no quiere saber nada del blanquiazul, del tricolor, ni del fosfo desprestigiado Movimiento Ciudadano. La oposición, que NO está moralmente derrotada, son los grupos de la sociedad civil a los que el presidente detesta y teme: Las clases medias, los científicos, los intelectuales, sus votantes arrepentidos, las víctimas del crimen organizado, los padres de los niños con cáncer; las madres buscadoras, los grupos feministas, los defensores del INE y los pobres bien informados. Con razón, ninguno de esos grupos, está vinculado a los desprestigiados partidos políticos moralmente derrotados. PRESIDENTE DEL MORAL El presidente no está moralmente derrotado, porque tampoco tiene moral política, pero tiene el árbol de las moras: el presupuesto. Es un mandatario inmoral que dispone del dinero público para comprar votos. Sabe muy bien que, con los programas sociales del gobierno, que hace pasar como moralmente suyos, tiene de su lado a los pobres, “con ellos vamos a la segura”, ha dicho. Y guste o no, con sus dádivas y promesas inmorales del paraíso terrenal, tiene contentas a sus clientelas. Su propaganda “moral” ha sido efectiva. A pesar de que el país arde en llamas, perdonando la redundancia, si no hay un punto de quiebre él, y sólo él con sus programas “morales”, volverán a ganar la elección presidencial y en un descuido hasta el congreso. Xóchitl anda sola queriendo levantar el vuelo con sus gelatinas morales, mientras los líderes de la oposición, “moralmente derrotada”, ya tienen un inmoral lugar en el Congreso.