En Baja California estamos viviendo situaciones que hace algunos años no pensábamos o creíamos que fuesen posibles, incluso nos vanagloriábamos de lo bien que socialmente estábamos en la entidad, pero hoy nuestra realidad es que nos enfrentamos a gravísimos problemas de índole: • Social, inseguridad, desigualdad muy marcada por las clases sociales; • Naturales, cambio climático, tormentas que ocasionan destrucción, falta de agua; • Económicas, caída de las inversiones junto con una precaria oferta de empleo y por ende de la calidad de vida. Por mencionar algo de lo mucho que está sucediendo en el estado y que hace menos de dos o tres décadas era impensable, no era algo que se nos ocurriera que sucedería, lo veíamos en otras latitudes con otras personas, pero nosotros, en Baja California, no nos ocupaba y menos nos preocupaba. Hoy lo que sucedía en otros lugares es una realidad triste y aumentada; basta con observar y entender los que este pasado fin de semana, 12 y 13 de agosto de 2022, ha ocurrido en nuestra entidad. • Manifestación violenta del poder y por el poder de los delincuentes organizados. • Tormenta que con vientos, agua y granizo en la capital del estado dejan una ola de destrucción. • Criticas a diestra y siniestra contra las autoridades por su falta de capacidad en brindarnos los servicios que corresponde, pero, faltan las culpas que el sector empresarial tiene, junto con la misma sociedad que ha permitido estas situaciones arriba descritas. • Del punto anterior la falta de responsabilidad y seriedad que los empresarios y sociedad tiene para con su estado y la naturaleza • Corrupción, falta de honradez y de compromiso con los deberes de cada miembro de la sociedad Vivimos una crisis social y ambiental que se está manifestando en el cambio climático que con la tormenta de este fin de semana en Mexicali nos demuestra que efectivamente el desajuste al clima existe, que no estamos preparados para este y que la falta de atención y mantenimiento a la infraestructura de la ciudad es alta, ejemplo, la caída de postes de la luz que además de viejos y podridos, están sobre cargados de cables; ¿habrá también corrupción detrás de estos hechos? Muy probablemente sí, pública y privada. Los diversos acontecimientos violentos que presenciamos en la entidad son otra muestra de la corrupción y falta de interés por parte de la sociedad para combatir que nos invada la delincuencia y nos convirtamos en otra “Colombia” de las épocas en que el narcotráfico luchaba contra las autoridades e incluso contra la sociedad misma. La culpa es de todos, unos por permitir su estancia, otros por callar y no exigir el cumplimiento de la ley y otros porque están detrás de unos negocios que o son en sociedad o simplemente no les importa lo que suceda mientras sus bolsillos se estén llenando. ¡Vivimos la decadencia de Baja California!