La teoría clásica de la delincuencia y cómo medir la deshonestidad

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Por Marie-Claire Villeval Director de Investigación en Economía, CNRS, investigador en GATE, Université Lumière Lyon 2 Fabio Galeotti Profesor Asociado de Investigación, Jefe del grupo 'Economía Experimental', Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) "La economía es la ciencia que estudia el comportamiento humano como la relación entre fines raros y medios que pueden usarse de manera diferente". Así es como el economista inglés Lionel Robbins de la London School of Economics caracterizó la asignatura de economía en un célebre texto de 1932. Incluso si ciertos experimentos resultan relativamente antiguos, como las preguntas sobre el riesgo, los llamados "conductuales" la economía sigue siendo un campo disciplinario bastante reciente. Esto puede parecer paradójico a la vista de esta definición canónica. Sin embargo, encontró su consagración en particular con el "Nobel" en economía recibido por Daniel Kahneman y Vernon Smith en 2002. ¿Este comportamiento humano que vincula fines y medios, tiene siempre un propósito puramente personal, incluso si significa recurrir a la mentira? Un experimento económico repetido en repetidas ocasiones destaca la preferencia por la honestidad en muchas personas. Cuando se les pide que tiren un dado fuera de la vista y luego informen el resultado, los tramposos sistemáticos son una minoría. Lo que matiza un tanto la teoría clásica de la delincuencia en economía atribuida a Gary Becker. Centrarse en la importancia de una sanción y la probabilidad de ser atrapado no son los únicos medios de lucha. Así podemos observar que la propensión a hacer trampas permanece fuertemente correlacionada con la calidad de las instituciones del país en el que se realiza el experimento. Jugar con la vergüenza podría afectar en particular a los estafadores ocasionales en el transporte público, según Fabio Galeotti y Marie-Claire Villeval (CNRS) que dialogan en este episodio. Esto, por supuesto, sería menos efectivo con quienes se han embarcado en una "carrera delincuente", adoptando un sistema diferente de estándares y defraudando sistemáticamente, como explicó el sociólogo estadounidense Howard Becker en 1963 . Pero hacer que las personas se sientan como "una buena persona" podría ser una palanca poderosa para la acción. También parece que los que hacen trampa al tomar el tranvía... son también los que más engañan al apostar. Imagen: CURVI