Triste, vergonzoso y reprobable espectáculo han dado los integrantes de Morena en sus pasadas elecciones internas, solo han demostrado la calidad de personas que forman este partido político que muy lejos están de las formas y actuaciones de los que les dieron origen, PRI y PRD y eso ya es mucho que decir, no es para tomarlo como halago ni mucho menos, si esto es ahora a dos años de las elecciones presidenciales, ¿qué nos espera para 2024? Y pareciera que son la única opción el mote de corcholatas les queda muy bien, están por los suelos. Por otra parte, nos seguimos enterando de los diversos desfalcos o posibles fraudes en las diversas dependencias de gobierno, en sus tres niveles, federal, estatal y municipal, donde lasauditorías realizadas han encontrado diversas anomalías, faltantes o gastos inexplicables que como respuestas o comentarios de las autoridades se han quedado en solo “se llegara hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga” y nadie ha caído, no se ha resuelto nada, ni se ha dado ninguna explicación a las anomalías detectadas. La triste realidad para México es que AMLO ya perdió el control de sus subordinados, de su partido, pasando a un proceso de rapiña, de robo, mentiras, como ya lo habíamos comentado en otras publicaciones, se adelantó el año de Hidalgo, pero hoy lo estamos sufriendo con tres años de anticipación y con un grado de desfachatez e in moralidad nunca antes visto. Definitivamente la 4T sí fue diferente, superó los malos ejemplos y formas de los anteriores círculos de poder, robo, impunidad, influyentísimo, compadrazgo y mentiras, el pueblo, el sabio pueblo ya se lo grito al presidente: “No más simulaciones, queremos acciones” pero desde AMLO para abajo son sordos, ciegos y mudos para lo que les conviene, su “bienestar” y que los demás, se vayan al rancho del presidente. Con tanto problema que la sociedad mexicana esta sufriendo, inflación, falta de trabajo bien remunerado, sequia, covid, inseguridad, sistemas de salud y justicia como corcholatas; pareciera que la realidad nos está golpeando cada vez más fuerte para que reaccionemos, pero una cosa son unos golpecitos, un “zape”, que la “enorme cantidad de madre” que estamos recibiendo y la que falta. ¿Cuánto más?