El colmo de una agencia contra robos es que la roben. El viernes se dio a conocer un robo en una de las instalaciones de la Fiscalía en Mexicali. Fue un robo simple, una bicicleta y un celular del guardia de seguridad, contratado ex profeso para vigilar y evitar que roben el lugar. Esa es la noticia… Los rateros roban hasta la Fiscalía, porque, saben que no les va pasar nada. El robo del erario, del cableado, casas- habitación, oficinas, de escuelas; de automóviles, celulares y hasta tapas de las alcantarillas…es algo común y corriente. Si un ladrón es detenido, más tarda en entrar que en salir, por una puerta giratoria llamada sistema de justicia penal acusatorio y adversarial. Por lo general, las víctimas de un robo, a menos que sea escandaloso, no denuncian porque saben que no va a pasar nada. Para la Fiscal, María Elena Andrade, no es una novedad el robo de oficinas gubernamentales. Cuando fue subprocuradora, en tiempos de Osuna Millán, reconoció: “Desde que se implementó el nuevo sistema de justicia penal en Baja California, el 10 de agosto del 2010, se acumularon miles de averiguaciones previas por el delito de robo”. Lo dijo allá por el 2011, cuando robaron, nada más y nada menos, la agencia contra robos de la entonces Procuraduría: “Se robaron los aparatos de refrigeración y cableado de la unidad contra robos de la Procuraduría, por lo que vamos a contratar una empresa de seguridad privada para evitar más robos”, dijo María Elena y, añadió: “Se metió un hombre a nuestras oficinas y se puso a ver pornografía en las computadoras durante cuatro horas, hasta que entró una empleada y, al verlo con los pantalones abajo, salió corriendo. El hombre, que estaba mal de sus facultades mentales, salió por una puerta y huyó”. Así que, se ha de haber carcajeado por el robo. Como Fiscal Carnal, sabe perfectamente que, el robo, es un delito que rara vez se investiga, persigue y castiga en Baja California.