(Para el Doctor AMA). El año pasado murieron 27 personas por golpe de calor. Hasta ayer iban 23 y, falta más de un mes, para que terminen los días más ardientes del verano mexicalense. Es noticia que, los últimos 10 días de la canícula fueron extremos, algunos de ellos con temperaturas superiores a los 50° C, difíciles de soportar para quienes viven al exterior, aún bajo una sombra. La suma de muertos por el calor ha sido noticia: 17 el viernes pasado, 23 ayer lunes, tantos muertos más tarde, tantos mañana miércoles, tantos el próximo viernes. Noticias: la gran mayoría de los muertos son personas en situación de calle. Están apilados en el servicio médico forense porque nadie reclama sus cuerpos. Muchos de ellos, fueron adictos a la droga de moda, el fentanilo. Y, si algún reportero le pregunta los próximos días al director del SEMEFO, qué pasó con los cuerpos no reclamados, otra noticia será que, terminaron en una fosa común. No es noticia, quienes fueron los muertos, de dónde vinieron, cuál es su historia, qué pensaban, qué sentían; si amaban a alguien y, qué pasará con su perro de compañía, su único compañero y amigo fiel hasta la muerte. Si Dios, como dice el Génesis, “nos hizo a su imagen y semejanza”, qué gran pecado social que, los seres hechos a la imagen y semejanza de Dios mueran así, como mueren miles de mexicanos. Esos seres humanos que, como tales no son noticia, no eran beneficiarios de “los programas sociales”, eran excluidos de esos programas, no votaban, no tenían credencial; para el gobierno, eran nadie, no existían. Al inicio de su papado, en noviembre de 2013, Francisco dijo en su EXHORTACIÓN APOSTÓLICA, EVANGELII GAUDIUM: “Así como el mandamiento de <<no matar>> pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir <<no a una economía de exclusión y la inequidad>>. Esa economía mata. No puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa…”