Muy caro le está saliendo a la mandataria del Estado seguir sosteniendo en su cargo al secretario del Bienestar, Netzahualcóyotl Jáuregui, luego del escándalo que se armó por la difusión de la grabación en la que se hacen explícitos los delitos de coacción y condicionamiento de las preferencias hacia un aspirante presidencial de las “corcholatas”, a cambio de seguir recibiendo los apoyos sociales del gobierno. Todo encuadra para que intervenga la FEPADE, que es la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales. Fue tan intenso el ruido por ese hecho que trascendió las fronteras de Baja California, pues la grabación ha sido noticia recurrente en la mayoría de los medios de comunicación nacional, en la televisión y en las redes sociales, donde lejos de apagarse y disminuir como un acontecimiento relevante, ha sido y sigue siendo la comidilla del día. El conocido segmento del principal canal de Televisa llamado “las mangas del chaleco” le dedicó buena parte del programa en el mero horario estelar y en cadena nacional. La mofa y la quemada al gobierno de Baja California fue de antología. A este respecto, ha trascendido que al interior del gobierno bajacaliforniano lo que en realidad hay en el fondo de este asunto es la lucha por el poder y no solo político, sino económico, pues la Secretaría del Bienestar solamente para este año dispone de un presupuesto de 3 mil 693 millones 549 mil 848 pesos y no se sabe con precisión lo que se hace con esa tremenda cantidad de dinero, la forma en que se utiliza, maneja y distribuye, ni cuál es la evaluación y fiscalización de su gasto, porque la opacidad y la falta de rendición de cuentas y de transparencia, sigue siendo una asignatura pendiente de la actual administración, entre muchas otras que se le siguen quedando a deber a los ciudadanos. Entonces: ¿Qué le debe la mandataria del Estado a “mi Netza” como le dice ella? ¿Qué le sabe el “Netza” que permanece inamovible a pesar del bochornoso escándalo donde él es la parte central y que daña ya seriamente la imagen de la gobernadora y de su gobierno? Si este aún joven funcionario que ha destacado -pero no precisamente por su capacidad y su buen manejo- tuviera la mínima congruencia y el más elemental sentido de lo que es la política, ya hubiera puesto él mismo la renuncia en el escritorio de su amiga la gobernadora. Precisamente para evitar más daños y como una forma de “matar” el tema, como se dice en el argot de la política. Pero eso sería como pedirle peras al olmo, como reza el refrán. Mientras tanto, la mandataria salta a otro escándalo igual o peor, al difundir en sus propias redes un video en el que sale alegremente cantando y gritando a todo pulmón una canción con un integrante de un grupo musical, que en el título lo dice todo: “Con los efectos del alcohol”. Pieza en la que la letra reitera sobre las desilusiones en el amor… ¿Qué le pasa a la primera autoridad del estado? ¿Por qué estas actitudes que son propias más bien de una jovencita y no de alguien que se supone gobierna? Claro que eso no tendría nada de malo si ella no fuera la gobernadora y si el estado no se estuviera cayendo a pedazos, con un reguero de muertos por asesinatos de alto impacto todos los días, con desaparecidos, feminicidios, asaltos y robos, con las calles destrozadas y los servicios pésimos y con colonias enteras sin servicio de energía eléctrica en el estado, al igual que los apagones recurrentes que dañan a las familias y repercuten en serias afectaciones a la industria, al comercio y a los servicios, ocasionando con ello múltiples pérdidas a los negocios y a las actividades económicas en general. ¿Cuándo le irá a caer el veinte?... ¿O lo de la cantada sería algo deliberado como una estrategia para desviar la atención al escándalo por lo de “mi Netza”?... Aguas, porque los ciudadanos mujeres y hombres de Baja California ya están muy enchilados con todo lo que está pasando, solamente hay que echarle un ojo a las redes sociales, donde a pesar del ejército de bots de la nómina que a diario salen en su defensa, la mayoría de las opiniones verdaderas son de críticas crudas y ácidas y algunas de ellas hasta fuertemente ofensivas a su persona y a su labor como mandataria del estado… Urge una limpia general y un fuerte, pero muy fuerte golpe de timón… Aún está a tiempo.