La actual gobernadora de de Baja California, junto con su equipo de secretarios, principalmente los del área de economía, han manifestado el “crecimiento económico” que se vive en su Estado, los grandes avances que se han logrado, pero la realidad es que Baja California sí que llegó a ser uno de los tres mejores lugares donde trabajar y vivir en México, pero, eso fue hace más de veinte años, hoy la realidad es otra muy distinta. Para comenzar aclaremos que desarrollo no es lo mismo que crecimiento, el crecimiento significa que hay más capacidad de producción, mas con que trabajar, recursos, y por ende la producción es más alta, crece; el desarrollo implica además de mayor capacidad de producción, mejoras en aspectos como la calidad de vida, diversidad de oportunidades, salud, empleo, educación, seguridad, etcétera, aspectos olvidados y/o ignorados por las actuales autoridades. En Baja California estamos viviendo una recuperación de lo que se perdió, de lo que disminuyó la producción durante la pandemia, decir que tenemos crecimiento es como decir que alguien que se tropieza y cae al suelo a la hora de levantarse está creciendo, que su altura cada vez es mayor y hacer alarde a como se nota el cambio en su estatura. En recientes análisis realizados por el CEEBC (Centro de Estudios Económicos de Baja California), se ha constatado que, los sueldos que se perciben en el estado por casi dos terceras parte de los trabajadores registrados ante el IMSS ganan menos de dos salarios mínimos, menos de 8,000.00 pesos mensuales; El cierre de empresas según datos del IMSS solo para este mes de julio pasado fue mayor a 1,000 en Baja California,una consecuencia es la disminución de empleos o dicho de otra forma, con una pérdida de empleos alta para este mes de julio 2022. En recientes boletines publicados por los estados de Baja California y el de Querétaro se pone de manifiesto la diferencia entre la precaria capacidad y la simulación en que vivimos los bajacalifornianos. Mientras los queretanos reciben la notica de nuevas inversiones y creación de empleo por los acuerdos logrados con empresas del extranjero en las visitas realizadas, en Baja California nos “presumen” que como resultado en sus visitas de promoción para atraer inversiones, se lograron entrevistas con posibles inversionistas, es decir, mientras unos traen inversiones los de Baja California traen promesas. La realidad que vivimos en Baja California es otra de la que presumen y en la que actúan los funcionarios que gobiernan este bello Estado, de seguir como van, la entidad va a terminar mucho peor de como se les entregó, no se ve que trabajen por conseguir realizar las promesas que nos hicieron, en ocasiones hasta parece que ni siquiera viven o conocen su estado, pero cómo se pasean, sobre todo la gobernadora.