Mazapanes, Licuefacción y Carros voladores

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“Ocurrente”, es uno de los elementos distintivos de la personalidad de la presidente municipal de Tijuana, Monserrat Caballero. Ocurrente y temeraria cuando, les exigió a los miembros del crimen organizado que les cobrarán las facturas, (derecho de piso), a quienes se las deben y no a las familias tijuanenses. Jacarandosa cuando afirma que ella, habla como habla, porque es como la yerba del campo, “silvestre”. Jocosa cuando dijo que, no iría a la contramarcha del presidente López Obrador porque, “alguien se tiene que quedar a cuidar el rancho”. Ocurrente y garbosa cuando, inventa las razones del deslizamiento de tierra por falla, en la carretera a Playas de Tijuana: “Discúlpame yo no controlo la naturaleza…vivimos en una tierra que es como un mazapán… las lluvias en –abril- son atípicas y, nos llovió bien y bonito…la carretera a Playas es un terraplén, meramente un terraplén, nunca le pusieron cimientos, está sostenida por un cúmulo de tierra, por un cerro, sobre el cerro pusieron la carretera y, el cerro, al paso del tiempo se ha ido deslavando en algo que se llama licuefacción…”. (Nadie le dijo a la ocurrente Monserrat que, estamos en marzo y que, la licuefacción, sucede durante un terremoto, en terrenos granulados y saturados de agua). Sin ninguna base geológica o hidrológica, eso sí muy salerosa, Monserrat informó que, para evitar la caída presente y futura de la carretera a Playas, se construirá un MURO DE CONTENCIÓN. Según los expertos, un muro de contención en ese arrollo, deberá tener una altura de 30 metros… Ante el colapso del tráfico en la tierra de mazapán, Monserrat, silvestre e irónica, les dice a los tijuanenses: “Sé que estás molesto porque va a haber mucho tráfico. Sin embargo, no tengo poderes, este municipio no tiene poderes para hacer que los carros vuelen…”. El ingeniero Jaime Navarro comenta que, es más sencillo hacer que los carros vuelen que, construir el muro de Monserrat.