México, sin paz ni competitividad

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Por Noelia Jiménez Analista La paz es una condición necesaria para la competitividad. Un país competitivo es un país que puede garantizar el bienestar de sus habitantes. Por eso es importante medirla. En el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) evaluamos la paz, la certeza jurídica y la estabilidad a través de indicadores que se encuentran en los subíndices de Estado de Derecho y Sistema Político. En el Índice de Competitividad Internacional (ICI) 2021, México cayó dos lugares en el ranking general de competitividad, ubicándose en la posición 37 de un total de 43 países evaluados. En lo que respecta a la paz, la certeza jurídica y la estabilidad política, evaluados a través de los subíndices de Estado de Derecho y Sistema Político, los resultados son también desalentadores. En el primero permanecimos en el lugar 39 con una competitividad calificada como “baja”, y en el segundo pasamos del lugar 33 al 35 con una competitividad calificada como “media baja”. A nivel general, los países evaluados hoy protegen menos los derechos humanos de lo que lo hacían la edición anterior. La región con los peores resultados en ese sentido es América Latina, con un promedio de 0.57 frente al promedio mundial, que fue de 1.28. Los resultados para México son aún peores: obtuvo un puntaje de -1.24, y su puntaje anterior fue de -1.23. Es decir, hubo un cambio marginal, pero ese cambio fue negativo; el país está muy por debajo del promedio regional y del promedio mundial. Es más, México es el segundo país de América Latina con peor calificación de este indicador, solo detrás de Brasil. En segundo lugar preocupa también el resultado en tres indicadores que se reflejan en la vida cotidiana de las y los mexicanos: el de confianza en la policía y el de homicidios dolosos. En el caso del primero no cambió; es decir, no hay menos confianza en la policía, pero tampoco hay más. En este indicador, México lleva ya dos ediciones del ICI en el último lugar, el número 43 de 43 países evaluados. ¿Cómo hablar de paz si ni siquiera hay confianza en las instituciones encargadas de la seguridad pública? Aunado a ello está el caso de los homicidios dolosos. De los últimos datos disponibles hasta este ICI, que recopiló datos de 2018, pasamos de 25.71 homicidios por cada 100 mil personas a 29.07. El tercer indicador es el Índice de Estabilidad Política y Ausencia de Violencia elaborado por el Banco Mundial: en este, pasamos de tener un puntaje de -0.57 a -0.71. Cabe aclarar que, de todos los indicadores que consideramos para medir la paz y que empeoraron respecto al último dato disponible, hubo solo una excepción a la regla, y fue el puntaje de México en el índice que mide la interferencia militar en el Estado de derecho o procesos políticos, que se mantuvo igual. Pero en el ranking de ese indicador, perdimos dos lugares lo que quiere decir que aunque no hubo cambios respecto en la cifra del indicador de un ICI a otro, sí hubo una mejora en el mundo. Otros países disminuyeron su puntaje en este indicador y desplazaron a México. Lejos de ser solo números, estos datos reflejan una situación generalizada en el país que tiene años y que no ha mejorado desde la última evaluación, sino que en muchos casos, ha empeorado. ¿Qué estamos haciendo mal? ¿Qué necesitamos hacer para mejorar? ¿Qué ruta trazar? Desde el IMCO, el área de Justicia propuso medidas como desarrollar instituciones policiales con acercamiento social, consolidar la reinserción social y eliminar el modelo punitivo de prisión preventiva. Pero lo más importante es no hacer caso omiso a los datos y a la realidad de muchas personas en México. Si queremos un país más competitivo, si queremos construir un Estado de bienestar para las y los mexicanos, no está a discusión la urgencia de garantizar la paz y repensar la ruta a seguir. Imagen: Reporte Índigo